Después de la tormenta llega la calma. Y eso me permite, como ya he hecho en años anteriores, reflexionar sobre el desarrollo de las fiestas de San Ginés, con el ánimo de mantener los aciertos en el futuro y no ...
Después de la tormenta llega la calma. Y eso me permite, como ya he
hecho en años anteriores, reflexionar sobre el desarrollo de las
fiestas de San Ginés, con el ánimo de mantener los aciertos en el
futuro y no repetir los errores.
En primer lugar quiero destacar que el balance positivo de las
celebraciones es achacable a un sinnúmero de personas, que ha batallado para que el programa se cumpliera a rajatabla y colmara las expectativas de todos los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.
Sin duda, los sangineles son el resultado de un trabajo en equipo muy
bien engrasado, del esfuerzo colectivo de individuos y asociaciones que
han afrontado, una vez más, el reto de organizar las mejores fiestas.
Me refiero, por supuesto, al personal del departamento de Festejos del
Ayuntamiento de Arrecife, un dream team en estas lides, entregado y con las ideas claras, pero siempre dispuesto a correr un riesgo si el
resultado lo merece.
Pero también hablo de los trabajadores de la concejalía de Deportes,
que capitanea Paca Toledo, pues sin duda la oferta de actividades
deportivas, tanto de exhibición como de participación, ha sido
notable.
Y como no, a los operarios de la Oficina Técnica, de Tráfico, de
Limpieza, de Cultura? Buena parte de la plantilla municipal se vuelca
cada mes de agosto para que las fiestas patronales salgan a la
perfección.
También debo mencionar con enorme agradecimiento a las entidades
culturales y deportivas, a las agrupaciones folclóricas, a la Casa del
Miedo, a la Sociedad Democracia, al Real Club Náutico? en muchos
casos, responsables directos de la organización de eventos de gran
interés y calidad.
Durante estas dos semanas, los vecinos y vecinas han sido protagonistas de las fiestas. Son ellos, realmente, quienes suscriben con su presencia y su aplauso el buen trabajo realizado. Y si algo puede decirse de los sangineles 2012 es que han resultado ser extremadamente participativos.
En la lista de aciertos considero digno de mención el traslado al
Charco de buena parte del programa festivo. Porque es un espacio
increíblemente bello como escenario de cualquier actividad; porque es
un patrimonio de toda la ciudadanía que debe disfrutarse; y porque unas fiestas que aspiran a recuperar la memoria y la tradición local tienen en esa zona su envoltura perfecta.
De la mano de esta decisión y con la antelación necesaria, el
departamento de Festejos del Ayuntamiento de Arrecife deberá revisar el resto de lugares de cita en San Ginés, la feria, las carpas para
conciertos? de manera que todas las actividades interactúen entre sí
y sean eslabones de una misma cadena.
La austeridad, un término inexcusable en los tiempos que corren, ha
presidido la organización y desarrollo de las fiestas de San Ginés. El
presupuesto se ha visto reducido de manera radical. Pero la
imaginación, la creatividad, la ya mencionada apuesta colectiva y las
ganas de disfrutar han paliado cualquier carencia.
Parafraseando a los ingleses, que se despedían de sus monarcas y
recibían a los nuevos gobernantes al grito de ¡El rey ha muerto, viva
el rey!, yo me digo: San Ginés ha terminado, ¡viva el próximo San
Ginés!
Víctor Sanginés, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Arrecife