La joven Yuliza Antonia Pérez no murió en el coche como en un principio aseguraron algunos medios de comunicación, así lo ha asegurado el Jefe Superior de Policía de Canarias, Narciso Ortega, que no ha descartado que el homicidio se produjera en su propia casa.
La investigación, desde el primer momento apuntó hacia el entorno de la víctima y descartaba a varios sospechosos, a excepción del compañero sentimental de la madre, un albañil de nacionalidad portuguesa. Varias contradicciones le situaron como principal sospechoso.
Este jueves el padrasto de la joven, Antonio Ferreira Machado, prestaba declaración ante el juzgado número siete de Arrecife como presunto autor del crimen.
Por los indicios con los que se encontró la Policía científica dedujo que el autor del crímen debía conocer a la víctima y ser más fuerte que ella. Además, tenía acceso al domicilio con lo que podía sorprender a la víctima y conocer el terreno en general y del vertedero en particular donde se encontró a Yuliza. De la investigación también se deducía que tenía el tiempo suficiente para el traslado del cadáver y, por último, actuar motivado por una obsesión que pudo desembocar en el crimen.