Ocurrió el viernes a las 21.00 horas y se llevaron 3.000 euros

Atracan una empresa de Arrecife: "Me pusieron una escopeta en la frente y me dijeron que abriera o me levantaban la tapa de los sesos"

Marcial Pérez, propietario de la empresa Comercial Marcial Pérez, estaba trabajando sobre las 21.00 horas del viernes en el almacén. Había limpiado el suelo y fregado los baños y se disponía a irse a su ...

11 de febrero de 2013 (22:10 CET)
Atracan una empresa de Arrecife: Me pusieron una escopeta en la frente y me dijeron que abriera o me levantaban la tapa de los sesos
Atracan una empresa de Arrecife: Me pusieron una escopeta en la frente y me dijeron que abriera o me levantaban la tapa de los sesos

Marcial Pérez, propietario de la empresa Comercial Marcial Pérez, estaba trabajando sobre las 21.00 horas del viernes en el almacén. Había limpiado el suelo y fregado los baños y se disponía a irse a su casa, tras un día de trabajo. Abrió la puerta de la empresa y cuando iba a salir, un hombre le puso en la frente una escopeta.

Eran tres asaltantes, que iban encapuchados y con guantes, y lograron llevarse 3.000 euros y darle un buen susto al dueño de la empresa familiar, dedicada a la distribución de marcas y ubicada en la carretera de San Bartolomé, en Arrecife. Además, también robaron dos cajas con llaves de los vehículos de la empresa.

"Aquí se trabaja de 8.00 a 16.00 horas, pero yo me quedé haciendo cosas. De pronto, abrí la puerta y según la estaba abriendo me pusieron una escopeta en la frente. Me dijeron que abriera la puerta o si no me levantaban la tapa de los sesos. Yo les dije: 'Hombre, tampoco me van a matar'", relata el propietario a La Voz.

Acto seguido, uno de los atracadores le dio una patada, que le dejó tumbado en el suelo. "Me dijeron que no les mirara, que no levantara la cabeza. Pero yo me levanté, porque no me podía quedar así. Me volvieron a decir lo mismo que antes, que me quedara quieto o me levantaban la tapa de los sesos", recuerda.

Los ladrones se dirigieron a la caja registradora, la abrieron y se llevaron 3.000 euros. "Era el dinero de los cambios, porque aquí no lo guardamos. Gracias a Dios no fue más", indica. En la empresa, también se encontraba un vigilante, pero en el piso de arriba, en una vivienda.

"No me van a matar por 2.000 euros"

El vigilante escuchó ruidos y oyó cómo el dueño de la empresa les decía a los atracadores: "No me van a matar por 2.000 euros", cuenta. Entonces, intentó llamar rápidamente a la policía, pero fruto de sus nervios acabó marcando el número de un ex jefe. Fue éste quien finalmente se puso en contacto con la policía.

Agentes de la Policía Nacional llegaron "en unos ocho minutos" a la empresa. Sin embargo, los atracadores ya habían huido. "No les pillaron. Había una cuarta persona esperándoles carretera abajo en un coche", explica Marcial Pérez.

Pérez cuenta que su empresa ha sufrido once robos, pero nunca uno como éste: "Venían y se llevaban unas cajas de cerveza, o de lo que fuera, pero así, con una escopeta, jamás. La verdad es que da miedo".

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