Buenos días,
No comparto ni las formas ni el fondo expresadas por mi todavía compañero Daniel Cabecera en la entrevista concedida a Usoa Ibarra el pasado 22 de enero. Creo que Lanzarote necesita salir de esa crispación y ese enfrentamiento en el que algunas personas parecen sentirse tan a gusto, mientras la mayoría de la gente asiste al triste espectáculo cada vez con mayor desafección.
La prioridad de quienes hemos decidido dar un paso al frente para ayudar desde las instituciones, debe ser esa, ayudar. E insultar a medios de comunicación o a rivales políticos no ayuda a nadie. Ya sabemos a donde nos quieren llevar quienes niegan el diálogo como herramienta política fundamental y prefieren elevar el tono para soliviantar a las masas. A río revuelto, ganancia de pescadores, y hay quienes han hecho de ese revolver un arte.
No. No comparto esas formas ni esos fondos. Pero todavía comparto menos que se cese a un cargo de confianza del grupo político Podemos por mero capricho presidencial. Muchas personas estamos cansadas de que Pedro San Ginés actúe en el Cabildo como un rey en su castillo. Y es lo que ha vuelto a hacer esta vez. San Ginés debe entender que no es él quien paga a los asesores, sino la ciudadanía con sus impuestos. Los grupos políticos tienen derecho a nombrar una persona de confianza, y Pedro San Ginés no es, o no debería ser, nadie para vetar o expulsar a quien se le antoje. Su forma de entender y practicar el Gobierno es retrógrado y pernicioso para el conjunto de la sociedad y no puedo menos que expresar mi más profundo desagrado.
Rectifique, señor San Ginés. El Cabildo no es suyo.
Por Leticia Padilla