El término posverdad se define como una verdad no objetiva o una verdad no real, más apegada a las emociones, a las creencias o deseos que a la realidad misma. O sea, una mentira. En Arrecife tenemos un ejemplo claro del término que la Real Academia de la Lengua tiene previsto introducir como neologismo este año y que trataré de evidenciar desgranando varias situaciones que se viven en la ciudad.
Haciendo uso del término, diríamos que nuestra estimada Alcaldesa ve y siente una realidad que el resto de los arrecifeños no perciben. La ciudad ha perdido ese encanto de antaño que los lanzaroteños encontraban en su capital.
Teníamos unas fiestas patronales que desde que el Partido Socialista es responsable del área de Festejos han ido perdiendo su idiosincrasia y calidad. El Carnaval del Puerto ha dejado de ser el referente en estas celebraciones de invierno para dejar que sean otros municipios los que rivalicen por ver quien recoge el testigo.
Los que también viven en una realidad paralela son los barrios de Arrecife que llevan años siendo los grandes olvidados por un Partido Socialista que ha perdido toda cercanía y empatía con los vecinos. No se invierte en servicios elementales ni en las infraestructuras necesarias para que los vecinos que residen en las distintas zonas de la capital se puedan sentir a gusto, cómodos y orgullosos del lugar en el que viven. Y frente a una realidad de ciudadanos desilusionados, nos encontramos con una alcaldesa, doña Eva de Anta, pletórica y profundamente orgullosa del trabajo que está realizando en los barrios de la capital.
Al mismo tiempo, hemos perdido una zona de esparcimiento de las más bonitas de Arrecife, nuestra marina. El Partido Socialista dice que se ha ganado la avenida para los peatones, pero me pregunto ¿qué peatones?. Es un problema ver cómo los arrecifeños y los visitantes van a pasear a otras zonas de Lanzarote y esa vueltita por la avenida de los sábados por la tarde o los domingos ya no la podamos hacer.
También me inquieta que la joya de nuestra corona, el símbolo de la tradición marinera de Arrecife se vaya a perder. ¿Se imaginan El Charco sin los barcos fondeados? Pues esa es la realidad de la nueva ordenanza de Usos del Litoral que hará que dejamos de ver las chalanas en El Charco que, junto al Puente de Las Bolas, son el símbolo de la ciudad de Arrecife.
Pero sin duda lo que realmente me preocupa más son las personas necesitadas, las personas vulnerables; las familias sin recursos que suplican una ayuda a la institución y sólo encuentran la puerta de la concejal, la puerta del Ayuntamiento, cerrada. O los mayores, los grandes olvidados, con un Centro de Día que desde hace un año no pueden utilizar porque sufrió un incendio; y también esas asociaciones de Mayores que están esperando desde 2014 a que convoquen sus subvenciones.
¿Y qué hace mientras CC, socio de gobierno del Partido Socialista?. Pues apoyar la posverdad de Eva, tímidamente, alzando un poco la voz, de cuando en cuando, lo justo, sin romper el cristal de la posverdad, poniéndose de perfil, tachando días en el calendario, esperando que 2019 llegue pronto y le quiten el yugo que llevan sobre sus hombros.
Tampoco me olvido de los otros partidos que nos acompañan en la oposición: los de la nueva política, los que venían a apoyar y solucionar los problemas de los ciudadanos; esos que sí apoyan con mayúsculas la posverdad de doña Eva. ¿Alguno ha dado un golpe en la mesa para revertir esta situación? Ya les respondo yo que NO. Unos se escudan en diferencias ideológicas con el Partido Popular (Somos y Ganemos), como si el bien del ciudadano no estuviese por encima de todo lo demás, y otros (Ciudadanos) que realmente no se cuál es su excusa. Todos ellos siguen permitiendo que Arrecife y sus vecinos continúen sufriendo la pésima gestión que se está llevando a cabo desde nuestro Ayuntamiento.
Así que por inacción, todos están apoyando esa verdad no objetiva que Eva de Anta, la alcaldesa del PSOE, cree estar viviendo en Arrecife.
Por Dácil Garcias, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Arrecife