Un nuevo estudio de la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo, nos obliga a preguntarnos por enésima vez por qué la gestión de la promoción turística de Lanzarote sigue alejada de las grandes conclusiones discutidas por el sector. Y lo que es peor aún, por qué a pesar de todo el conocimiento que se está generando en todo el mundo, aquí la actividad institucional se mueve entre la parálisis y la indiferencia, como si los grandes cambios demográficos, la aparición de nuevos segmentos, la microsegmentación de la demanda, o las nuevas tecnologías no fueran con nosotros.
Leo esto mientras repaso la actividad promocional de la isla, basada en acciones puntuales que son vendidas como ‘grandes iniciativas’ y que casi nunca vienen acompañadas de una estrategia a medio y largo plazo.
No hay que inventar nada sobre este tipo de gestión de destinos, donde son comunes documentos esenciales en la actividad empresarial: planes estratégicos, definición de objetivos, segmentación, indicadores de seguimiento, KPI... ¿por qué no contamos con un documento serio sobre la principal industria económica de la isla de la que depende la comida de gran parte de la población? ¿por qué no hay una rendición de cuentas más clara sobre las inversiones que se hacen desde la Sociedad de Promoción? ¿por qué hace tantos años que Lanzarote no está en los grandes medios, en el entorno digital?
Honestamente me inquieta que aún no haya un debate institucional serio sobre la sostenibilidad del destino, que vaya más allá de la presentación de algún documento puntual al que luego no se le da seguimiento.
Honestamente me inquieta que mientras crecen destinos que son competencia de Lanzarote, con campañas agresivas en internet y fórmulas muy innovadoras, nosotros sigamos siendo un destino de folleto y feria turística, en clara decadencia mediática. Por cierto, no intenten seguir en Twitter o Facebook la página de Turismo de Lanzarote si no quieren encontrarse con todas las malas prácticas de gestión de redes sociales y de experiencia de usuario.
Honestamente me inquieta que la gestión de la Sociedad de Promoción sea más conocida por la foto de una pareja sentimental y la clara incomodidad de unos trabajadores desmotivados, que por su efectividad.
Honestamente me inquieta que a pesar de la mejora en los datos turísticos, eso no se traduzca en el poder adquisitivo de las familias, en el empleo de los jóvenes, en la conservación de los espacios naturales o en el desarrollo integral de esta isla.
Entiendo que quizás mis dudas vienen porque estoy alejado de los grandes debates en salones de hoteles de lujo, con galletas y zumo, con grandes logos y mensajes pomposos, con medios que repiten las grandilocuencias de sus afines y alguna parranda invitada, pero realmente creo que es responsabilidad de los que se dedican a la cosa pública planificar y gestionar con transparencia.
Ya no bastan las citas a escondidas o las reuniones fuera del foco público, y es responsabilidad de todos exigir que cualquier decisión que se tome, se haga con profesionalidad y transparencia.
Tomás Silvera Cabrera
