La doctora en Análisis de Problemas Sociales Gema Martínez Gayo, especializada en el mercado de trabajo turístico y la precariedad laboral desde la perspectiva de género, ha visitado Lanzarote en el marco de la primera edición de la Universidad de Otoño de Alba Sud en la isla, organizada por la Fundación César Manrique.
"La precariedad laboral en el turismo está muy extendida, no solo se da en Canarias, pero en territorios muy turistificados, donde el turismo es uno de los sectores más importantes de la economía, se nota aún más", señala la investigadora colaboradora en Alba Sud. Martínez Gayo puntualiza que esta precariedad está también "muy extendida" en otros sectores.
En Canarias, el sector turístico copa casi el 37% del Producto Interior Bruto, según Impactur. Mientras que la media de España es un 16%, según el Informe de Impacto Económico elaborado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
El propio presidente canario Fernando Clavijo (Coalición Canaria) dijo públicamente a las empresas del sector turístico a comienzos de año que o subían los sueldos o se les subirían los impuestos. Pocos meses después pidió "democratizar" la riqueza, aunque aún no se han tomado medidas en ese sentido.
¿De qué vais a vivir?
Esta experta vincula la precariedad laboral en el sector turístico con varios factores. Entre ellos, la falta de protección legislativa y de fiscalización sobre las condiciones laborales de las personas empleadas, entre las que se encuentran las camareras de piso, y el papel del turismo como un motor económico del país, que da mayor fuerza a los intereses empresariales "para exigir determinadas cosas y que las políticas vayan a defender esos intereses".
"En cuanto se alza la voz sobre las condiciones laborales de la gente, siempre se dice: Bueno, ¿qué opción hay? Si os quitan el turismo, ¿de qué vais a vivir?", apostilla durante una conversación telefónica.
Martínez Gayo señala que aunque el sector turístico funciona como puerta al mercado laboral de las personas jóvenes y de las migrantes, las condiciones laborales en las que se encuentran los convierten en trabajadores pobres. "¿Qué condiciones laborales tiene realmente la gente? ¿cómo vive? ¿le da para vivir? Siguen siendo trabajadores pobres", señala.
La investigadora resalta que en las zonas turísticas, como está sucediendo en Lanzarote, con los precios del alquiler más caros de Canarias, los trabajadores se encuentran con alquileres muy elevados, lo que les obliga a desplazarse a la periferia y a tener que enfrentar largos trayectos para poder ir a su puesto laboral.
"No nos llegamos a preguntar qué condiciones laborales tienen, qué salarios o si tienen estabilidad. Hay que proteger a este sector que tira de la economía sin pensar un poco más en cómo está viviendo la gente y si a la gente le está llegando el beneficio turístico", continúa.
La precariedad laboral de las mujeres en el sector turístico
En un sector marcado por la precariedad laboral, las mujeres son las principales perjudicadas. Martínez Gayo señala que ellas han cargado más con la precariedad laboral por "cómo se organiza el sistema capitalista", donde se dividen las tareas reproductivas y productivas.
La investigadora expone que en el mercado laboral, las mujeres ocupan de forma principalmente "trabajos que tienen conexiones con la esfera doméstica" y eso se traslada al ámbito turístico. Así, resalta que aunque las mujeres tienen una gran presencia en el mercado turístico, su labor está situada en la parte baja de la jerarquía ocupacional, siendo "muchas veces infravaloradas".
"La precariedad es más aguda en las profesiones donde mayoritariamente hay mujeres, como las camareras de piso o las limpiadoras", apostilla la experta, que señala los bajos salarios y los problemas de salud que desarrollan estas trabajadoras a raíz de su trabajo.
La expulsión de los trabajadores de los barrios
Martínez Gayo resalta que la crisis de vivienda que afecta al país y que es más acuciante en islas como Lanzarote está expulsando a los trabajadores de los barrios. "Acaban teniendo que irse fuera de los barrios, cada vez más lejos, a lugares que puedan pagar. Los barrios cambian, suben los precios a nivel general", continúa.
"¿Este es el modelo turístico que queremos en el que la fuerza laboral turística no tiene para vivir?", apostilla la doctora, quien señala que en algunas zonas muy turísticas los trabajadores no pueden pagar siquiera una habitación porque los precios son "completamente irracionales". Los precios del alquiler les obliga a vivir en furgonetas o a dormir en el coche.
"Un hotel funciona por sus trabajadores, si esas personas están precarizadas, no tienen para vivir o malviven, es normal que cuando luego quieras contratar a gente, la gente prefiera irse a otros sectores", reflexiona.
Finalmente, Martínez Gayo pide que se proteja mejor a la población migrante, para que no se sienta "perseguida" o "lo vean todo tan difícil". En este punto, señala que las personas migrantes tienen problemas para que se les reconozcan sus estudios en España y suelen acceder a los trabajos más precarizados, eternizando su situación.










