Un estudio ya alertó en 2019 de que la presión turística en La Graciosa fomentaba el "deterioro ambiental"

Una investigación revela que superar el centenar de visitantes en La Francesa "pone en riesgo el valor natural de un ecosistema muy escaso en Canarias"

3 de julio de 2023 (19:41 CET)
Actualizado el 3 de julio de 2023 (19:42 CET)
La Francesa, La Graciosa (Andrea Domínguez)
La Francesa, La Graciosa (Andrea Domínguez)

La Graciosa es uno de esos espacios que se han puesto de moda en la última década. Las redes sociales, la búsqueda de la tranquilidad, el buen clima y los rincones excepcionales de la isla son algunos de los motivos por los que se ha convertido en un lugar cada vez más demandado. En el puerto insular de Caleta de Sebo, la única vía de entrada y salida, llegaron 103.798 personas durante el primer trimestre de este año.

La octava isla, de poco más de 29 kilómetros cuadrados, solo tiene censados 718 habitantes. 

A menor velocidad han crecido los sistemas de canalización, saneamiento de aguas fecales, la reubicación de la basura y los escombros o el abastecimiento de agua potable, que causa problemas desde hace años. 

El estudio El análisis de la capacidad de carga de la playa Francesa (La Graciosa, Islas Canarias, España): una herramienta de diagnóstico para la gestión de áreas protegidas ahondó en la capacidad de carga de una de las playas más demandadas de La Graciosa, La Francesa, situada en el sur. Con este análisis se pretendía dar a las instituciones datos para tomar medidas para su protección.

El uso desproporcionado de un espacio puede verse con más facilidad cuando hablamos de extensiones pequeñas. Ya en 2016, tal y como recoge la citada investigación, arribaron al puerto de Caleta de Sebo más de 204.929 pasajeros. En 2022, arribaron 558.634 pasajeros, en gran parte en las líneas regulares de transporte.

Este puerto es el único punto autorizado de entrada y salida de viajeros a la isla. En ese momento las instituciones "mostraban una preocupación creciente" por las consecuencias de un aumento exponencial de visitantes hacia La Graciosa.

Esta isla, perteneciente al Archipiélago Chinijo, tiene varias figuras de protección. En 1993, fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Además también es parte del Geoparque mundial formado entre Lanzarote y el Archipiélago chinijo. Sin embargo, este estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ya mostró hace unos años que el crecimiento turístico de la isla estaba repercutiendo negativamente a su entorno medioambiental.

La presencia de barcos de recreo y excursiones en el mar son una estampa cada vez más frecuente. Al mismo tiempo, yates o motos de agua atracan en la zona, mientras los visitantes practican snorkel, escuchan música en altavoces y un hombre pesca en la orilla. La estampa podría llevarnos a cualquier día de verano en cualquier playa turística del país, pero no, hablamos de Semana Santa en La Graciosa, en particular, en La Francesa.

Embarcaciones en Semana Santa en la playa de La Francesa en La Graciosa (Foto: Andrea Domínguez)
Embarcaciones en Semana Santa en la playa de La Francesa en La Graciosa (Foto: Andrea Domínguez)

"Las playas constituyen un papel esencial en muchos destinos turísticos", recalcó el estudio. Este análisis ponía de manifiesto el “uso intensivo de la playa”. En ella, las embarcaciones de recreo no solo fondean, sino que “llenan de objetos” la interfaz intermareal submareal. La investigación recalca que la presión humana sobre esta pequeña cala "puede estar alterando significativamente un espacio protegido de gran valor ambiental”.

En ese mismo espacio donde atracan las embarcaciones de recreo, extienden las toallas los visitantes, u orinan otros convive un hábitat psamófilo "de alto valor ecológico, formado por dunas en montículo y mantos eólicos", apunta la investigación firmada de forma conjunta por el doctorando en Oceanografía global de la Universidad de Las Palmas Eloy José del Rosario y la catedrática en Geografía e Historia Emma Pérez-Chacón.

Ese mismo documento recomendó la adopción de medidas para compatibilizar la conservación de este ecosistema playa-duna con las actividades de ocio.

¿Cuál es la capacidad de carga de La Francesa?

"Tras incrementarse el número de tutristas que la visitan, comienza a mostrar signos de deterioro ambiental", refleja el citado estudio. Para concluir cuál era la capacidad de carga de la isla, los investigadores realizaron un exhaustivo trabajo con un GPS de alta precisión. A través del espacio se determinó el área de reposo disponible en la playa de la Francesa, dividida por tres calas. 

Para realizar la segunda parte del análisis se basó en el método Cifuentes, una forma de calcular la capacidad de carga teniendo en cuenta varios condicionantes: carga física, real y efectiva. La carga física tiene en cuenta el número máximo de personas que puede acoger el espacio, 994 personas. La carga real apunta las variables físicas, ecológicas y sociales, descendió a 622 personas.

Atendiendo a la Organización Mundial del Turismo ya en 1999 que la capacidad de carga era el “el número máximo de personas que pueden visitar un destino turístico al mismo tiempo sin poner en peligro el medio físico, económico o sociocultural y causar la disminución en el nivel de satisfacción de los visitantes”.

Para concluir, la carga efectiva se delimita a raíz de los servicios ofertados en la playa. Cuantos más servicios, mayor su capacidad. El estudio recogió en total 24 indicadores, de los que la playa solo cuenta con cuatro. Entre ellos tuvo en cuenta la falta de baños o papeleras. "Las consecuencias sobre el ecosistema de los residuos de los usuarios, si no existen aseos, pueden ser graves", apunta el estudio, viéndose así afectada la vegetación de las zonas supramareales.

En conclusión, la investigación estimó que la capacidad de carga de la playa de La Francesa es de 106 personas diarias. A las llegadas de pasajeros al puerto de Caleta de Sebo, el documento suma los turistas que pernoctan en la isla, los residentes, más las embarcaciones de recreo y asegura que "es previsible que la playa Francesa esté soportando actualmente un número de visitantes superior a 108 personas al día, especialmente entre los meses de junio y octubre".

Las conclusiones de la investigación revelan que "superar esta cifra de visitantes no solo supondría reducir la calidad de la visita, pues quienes ahí se acercan esperan encontrar un entorno natural, no masificado, sino que pone en riesgo el valor natural de un ecosistema muy escaso en Canarias" 

La competencia de La Graciosa recae en diferentes organismos. Es propiedad estatal, salvo Caleta de Sebo y Pedro Barbas, los dos espacios poblados de la isla, que pertenecen al organismo autónomo de los Parques Nacionales. Mas su planificación y gestión depende del Cabildo de Lanzarote.

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