La lanzaroteña Ana de León es la gerente de Bodegas Los Bermejos, una bodega que siempre apostó por competir en calidad y no en precio. Hoy sus vinos se pueden encontrar en tiendas y restaurantes de Madrid y Barcelona, pero también de Japón y Estados Unidos.
De León, firme defensora del valor cultural y paisajístico del cultivo tradicional en hoyos, explica en una entrevista con el espacio Más de Uno Gourmet de Radio Lanzarote cómo Bodegas Los Bermejos ha conseguido diversificar sus mercados para ser hoy una de las principales bodegas exportadoras de la isla.
- ¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta convertirte en gerente de Los Bermejos?
Los Bermejos son dos socios y yo empecé a trabajar hace unos 30 años con el socio que venía de la rama de la construcción. Yo llevaba la administración de su empresa.
Con los años decidió adquirir las instalaciones donde está hoy Bodegas Los Bermejos. Yo había estado un año en Madrid para estudiar y tener un poco más de experiencia en grandes empresas. Me llamaron y volví a Lanzarote para incorporarme en 2007.
- La producción de la bodega ha crecido mucho desde 2007, que fue una época difícil para el vino de Lanzarote…
Tengo la gran suerte de que la política de Bermejos siempre fue clara. Desde el principio yo sabía cuáles eran las directrices y hacia dónde tenía que seguir.
Cuando Ignacio Valdera abrió la bodega, decidió que iba a hacer un vino gourmet, que iba a estar en restauración y en los canales Horeca.
- ¿Cómo ha cambiado la percepción del vino de Lanzarote en los últimos años?
Me acuerdo de los primeros años, en los que te sentabas en un restaurante y costaba ver un vino de Lanzarote en la carta. Nuestro sistema de cultivo nos imposibilita competir en precios. De ahí la apuesta por competir en calidad.
Con los años, el Consejo Regulador empezó a apostar por lo que venía haciendo Bermejos y otras bodegas que se incorporaron, y que también tenían muy claro hacia dónde había que ir. Así se fueron haciendo muchísimas acciones. Mandábamos catadores de las bodegas a hoteles y restaurantes para demostrar que el vino, aunque fuera más caro, les iba a funcionar en carta. Hoy es muy difícil sentarte en un restaurante y que no haya vino de Lanzarote.
"Tanto Priorat como Ribeira Sacra tienen ayudas especiales por su viticultura heroica. En Lanzarote todavía no".
- ¿Qué tamaño tienen vuestras fincas?, ¿son plantaciones en semicírculo?
Entre los dos socios tienen alrededor de 23 hectáreas en funcionamiento y 14 más que ahora mismo están en plantación.
Las que tenemos alrededor de la Casa de los Carrascos, están en sistema semicircular.
- Tú eres una gran defensora del cultivo tradicional en hoyos, ¿se han introducido ya las subvenciones que anunció el Cabildo para apoyarlo?
Yo siempre digo que el vino de Lanzarote está viviendo una época dorada porque tiene este sistema de cultivo único en el mundo. Todas las expediciones, el 19 de julio traemos una expedición americana, vienen solamente a vivir la experiencia de lo que es cultivar en hoyo y eso no lo podemos perder.
Las ayudas europeas llegan por hectáreas, independientemente de cómo estén cultivadas. No es lógico que cobre lo mismo el que está bajando un hoyo, cuyo rendimiento por hectárea es de 500 o 600 kilos, que el que va a sacar 1.500 kg por hectárea al haber plantado en línea. El trabajo que implica no tiene nada que ver.
Solo el 5%de los viñedos en Europa son viticultura heroica, incluidos los viñedos en hoyos de Lanzarote. En España, tanto Priorat cómo Ribeira Sacra tienen ayudas especiales para ese tipo de viñedo. En Lanzarote todavía no.
"Al diversificar mercados, en la pandemia pudimos mandar vino a Japón"
- ¿Cómo se convierte Bodegas los Bermejos en la gran exportadora de vino que es hoy?
Cuando yo llegué, la bodega tenía distribuidores para Canarias y uno en Gipuzkoa. Con mi incorporación empezamos a asistir a ferias para diversificar mercados y dar más estabilidad estructural a la empresa.
Así, durante la pandemia, pudimos mandar vino a Japón o a Estados Unidos.
- ¿Cómo habéis conseguido llegar a tantos rincones de Estados Unidos?
Estados Unidos es bastante especial para la importación. Cada Estado necesita una licencia diferente, así que nosotros lo vendemos a un importador en Nueva York que lo incluye en su portfolio y es él quien luego busca distribuidores en cada uno de los Estados.
- ¿Tienes contacto directo con los consumidores finales en los distintos estados de Estados Unidos?
Sí, todo el tiempo. El importador de Nueva York organiza todos los años una feria, donde participan todas las bodegas del mundo que incluye en su portfolio y a la que acuden los compradores de los distintos estados.
Como saben que me cuesta mucho llegar hasta allí (risas), aprovechan la semana que estoy allí y me van mandando a distintos estados y así conozco a los distribuidores locales del importador. He hecho seminarios en vinotecas, visitas a tiendas, restaurantes…
"En Estados Unidos vendemos el 90% de nuestro rosado"
- ¿Es exigente el cliente estadounidense?
A mí me gusta mucho su manera de trabajar porque son exigentes y están súper preparados, pero nunca cuestionan el precio. Realmente valoran mucho el producto de Lanzarote cuando ven este sistema de cultivo que tenemos. Sencillamente te dicen si les encaja o no.
- ¿Qué vino se vende más?
En general el vino de Lanzarote que más se vende es el malvasía volcánica seco, pero en Estados Unidos, además, vendemos el 90% de nuestro rosado.
"Las previsiones para la cosecha de 2024 no son nada buenas"
- ¿Cuántas botellas producís al año?
Las cosechas en Lanzarote son bastante cíclicas, cambian muchísimo de un año a otro, pero intentamos que nuestra media esté entre 500.000 y 600.000 botellas al año aunque hay añadas en que nos quedamos por debajo de las 400.000.
- ¿Qué previsiones hay para la cosecha de 2024?
Las previsiones no son nada buenas, la brotación viene dispar y no está siendo todo lo abundante que nos gustaría. De hecho, los seguros ya están analizando la situación.
