Las rosetas, una herencia canaria que Samuel Ramos mantiene viva gracias al legado de su bisabuela

El joven lanzaroteño ha seguido con el legado familiar en la elaboración de este encaje típico canario al mismo tiempo que lucha por convertirse en un artesano rosetero y conseguir el carné que lo acredita

14 de diciembre de 2025 (14:46 WET)
Actualizado el 14 de diciembre de 2025 (15:01 WET)
El artesano Samuel Ramos durante la elaboración de una roseta
El artesano Samuel Ramos durante la elaboración de una roseta

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La tradición e identidad canaria, se representen a través del arte, el paisaje, la historia o la gastronomía, suponen un tesoro que debe estar continuamente bajo la protección y la divulgación. Las rosetas canarias son una de las joyas que las islas poseen. Se trata de un tipo de encajes que se desarrolló en Canarias en el siglo XIX y principios del XX, elaborado por artesanas que hacían de la precisión, la pasión y el talento una pieza única a punta de hilo.

Samuel Ramos (Montaña Blanca, 1999) es uno de los rostros de las nuevas generaciones lanzaroteñas que están apostando por mantener viva esta tradición. En una entrevista con La Voz, da a conocer su proyecto Roseta Siliadora, con el que pretende dar continuidad a un legado cultural y artístico a través de pendientes hechos a mano.

Según explica, las rosetas son un encaje "que hemos heredado de nuestros antepasados que se elabora sobre un pique (cojín), del cual existen diferencia entre las que se elaboran en Tenerife y las que se hacen en Lanzarote".

En este sentido, destaca que en Lanzarote se usa una lámina de acero donde se realizan los agujeros para colocar los alfileres, mientras que en Tenerife se usa el cuero.

 

Un comienzo marcado por la herencia familiar

Ramos cuenta que comenzó a adentrarse en el mundo de las rosetas después de que hace más de un año le regalaran una. "De vuelta a casa, mi madre me explicó qué eran las rosetas y cómo se hacían, por lo que ahí empecé a conocer la historia de mi familia, ya que mi bisabuela María Auxiliadora las hacía y enseñó a hacerlas a mi tía y mi madre", recuerda.

Tanto su bisabuela como su abuela eran las encargadas de elaborar las rosetas con hilo blanco, ya que era con el que mayor cuidado había que tener para no mancharlo. "Tanto mi tía como mi madre tenían que hacerlas en color beige porque no tenían tanto cuidado como lo tenían ellas", explica.

Gracias a conocer este arte a través de su familia, el joven decidió inscribirse en un taller de rosetas para hacer pendientes hasta que aprendió a hacerlas y continuó en casa. 

Sus inicios comienzan impulsados también por el apoyo que recibió en redes sociales cuando mostraba sus creaciones. "Cuando ves que de las 500 personas que te ven la publicación, cien de ellas te dan me gustas y te comentan, vi que las rosetas le interesaban a mis seguidores", dice.

A partir de ahí decidió crear un perfil dedicado a ello", explica, y lo que hacía era regalárselas a su familia en sus cumpleaños. "A una de mi tía le regalé los pendientes con la tarjeta y el logo que es mi bisabuela haciendo una roseta sentada en un banco", recuerda.

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Una de las rosetas elaboradas por Samuel Ramos

 

Elaboración de las rosetas

En cuanto a su dificultad, Ramos califica su proceso como "una hoja en blanco, no sabes por dónde empezar pero yo me dejo llevar, al fin y al cabo es pasar una aguja entre los hilos y hacer nudos... yo le doy a la imaginación y hay días en los que estoy más inspirado y pruebo algo nuevo, pero otras veces hago la típica roseta".

En este sentido, señala que "conocer a otros artesanos ayuda a que conozcas otras rosetas que no has hecho e intentar recrearlas por tu cuenta". Algunas de las rosetas tienen nombres específicos, pero hay otras que son inventadas. "Me enseñaron una que es una palmera y es muy bonita, pero no se hacía antiguamente", dice.

Este elemento se realiza con hilo, aunque debe tener un cierto grosor y ser de calidad, ya que en caso contrario el hilo se deshilacharía en el proceso. Cualquier persona que quiera hacer un pedido a Samuel Ramos puede hacerlo a través de su perfil de Instagram, donde el rosetero le enviará los modelos que realiza.

Las rosetas son un encaje que se puede incorporar a distintas prendas. "Se suele meter en todo tipo de paños, manteles, tapetes y demás cosas de casa, pero también en la ropa como delantales o camisas", declara. 

Asimismo, destaca que Antonio Betancor, artesano rosetero de Haría, es uno de sus referentes. "Lleva las rosetas a la moda, ha hecho un traje entero con ellas o bolsos... ahora mismo la roseta en el mundo de la moda está en auge", apunta. Ramos hace hincapié en que "las redes sociales pueden hacer que la roseta vuelva a estar activa en Canarias".

 

La necesidad de una mayor facilidad desde las instituciones

El rosetero hace especial hincapié en que "se debe dar mayor facilidad para ser artesano y poder crear". "En mi caso, hasta el mes de marzo no puedo presentar la documentación y aún así tengo temor porque no podré serlo, ya que no cumplo con los requisitos... no te puedo presentar una factura de hace más de un año cuando lo que principalmente me hace falta es tener un título para vender o ir a una feria", critica.

"No soy autónomo y un joven no puede permitirse darse de alta como autónomo y estar un año a la espera de que te den un carné", prosigue. Asimismo, resalta que en su municipio, en San Bartolomé, "he visto la lista de artesanos y no hay ninguno de rosetas y, en ese sentido, me da pena porque podría ser el primero, pero no sé si lo voy a poder ser".

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