"Tenía miedo, por si me echaba la bronca o algo. Pensaba que estaba haciendo algo malo". Así ha explicado este martes una niña de 13 años por qué no le contó en su momento a su madre que estaba siendo víctima de abusos sexuales. Cuando sucedieron los hechos que se han empezado a juzgar este martes por la Audiencia Provincial, tenía entre 7 y 10 años.
Durante la vista, la niña ha declarado detrás de un biombo e incluso se le ha pedido al acusado que se alejara lo más posible, por lo que se ha terminado colocando en uno de los asientos destinados al público. "Te tenemos que hacer unas preguntas, espero que sea por última vez", ha empezado diciéndole el fiscal, Ignacio Stampa, antes de hacerle recordar los hechos que la menor vivió y denunció hace ya cuatro años.
En su declaración, aunque ha explicado que hay cosas que ya no recuerda por el tiempo que ha pasado, la niña sí ha reiterado que el acusado, padre de un amigo suyo, le estuvo realizando tocamientos durante "dos o tres" años. "En el pecho y abajo", ha respondido la menor cuando le han preguntado dónde le tocaba el acusado. "Cuando dices que te tocaba, ¿te refieres por encima de la ropa?", le ha insistido después uno de los magistrados de la sala. "Sí, por encima y a veces por debajo".
Compartía cama con los niños
Durante el juicio, tanto la niña como su hermano (que era el que tenía una amistad más estrecha con el hijo del acusado), han relatado que en distintas ocasiones se quedaban a dormir en casa de los abuelos de su amigo, donde residía el acusado desde que se separó de su mujer. Y cuando lo hacían, según su declaración, todos dormían en la misma habitación, juntando las camas. Pero no sólo los niños, sino también el padre.
"Cuando me enteré me quedé muerta. En mi casa hacemos fiesta del pijama, juntamos colchones, los niños duermen juntos… Pero los adultos no", ha relatado indignada la madre de la niña, que no ha podido evitar que se le saltaran las lágrimas en varios momentos de su declaración. Incluso, en una ocasión ha intentado encararse con el acusado. "¡Este señor venía a mi casa…!", ha empezado a decir mientras levantaba la voz y giraba la vista hacia Gonzalo Martín, tras lo cual ha sido interrumpida por el presidente de la sala, que le ha pedido que mirara al frente y se serenara.
En su relato, la madre ha explicado que conocía al acusado "de La Villa, del pueblo", y que le parecía "un padre muy bueno". Al parecer, según han apuntado también otros testigos, el hijo del acusado tenía algún tipo de retraso y, según la madre de la denunciante, Gonzalo Martín le decía que no quería que su hijo estuviera solo y por eso invitaba habitualmente a otros niños casa. "A mí me parecía bien", ha explicado la madre de la supuesta víctima, que asegura que en ningún momento sospechó nada.
Gonzalo era "un amigo más"
Además, también ha señalado que el acusado pasaba tiempo con sus hijos porque él tenía coche y ella no, y muchas veces se encargaba de llevarles a algún parque o a alguna excursión. "Los niños querían ir", ha explicado la madre, que ha afirmado que sus hijos, especialmente el chico, "consideraban a Gonzalo como un amigo". Lo mismo ha confirmado el hermano de la presunta víctima, que ha señalado que el acusado terminó siendo para él "un amigo más".
En su declaración, el niño (que ahora tiene 14 años) ha confirmado que nunca presenció ningún episodio que llamara su atención entre Gonzalo Martín y su hermana. Sin embargo, sí ha señalado que todos "bromeaban" diciendo que el padre de su amigo estaba "por ella". "Solíamos decirlo en broma, no sé de dónde lo sacamos. Gonzalo también bromeaba con el tema. Cuando decíamos que estaba por ella, decía: Sí, sí. Pero yo entendía que lo decía en plan broma", ha explicado.
Durante el juicio, otros testigos han afirmado que Gonzalo Martín se relacionaba con jóvenes del barrio. "Era especial", ha declarado una testigo del 19 años. "Se juntaba con nosotros siendo mayor", ha agregado cuando uno de los magistrados le ha pedido que concretara a qué se refería. "Estaba con nosotros en el parque, nos compraba pipas", ha relatado.
"Se puso encima de mí en la cama"
Según la supuesta víctima, el acusado aprovechaba cada momento que se quedaban solos para tocarle, o para mostrarle "sus partes íntimas". Incluso, en una ocasión, llegó a ponerse sobre ella en la cama, cuando todos estaban durmiendo en esa misma habitación. "Se puso encima de mí, sí, pero desnudo no", ha aclarado la niña al relatar lo sucedido aquella noche. No le llegó a "hacer" nada ni "decir" nada, ya que ella se apartó. "Me fui con mi hermano", ha explicado.
Además, ha relatado otro episodio ocurrido poco antes de que se decidiera a contar lo que le estaba sucediendo. En aquella ocasión, el acusado había llevado a su hijo y a los dos hermanos a una nueva juguetería de Playa Honda. "Siempre que íbamos en el coche les decía a su hijo y a mi hermano que salieran primero para quedarse conmigo a solas", ha explicado la niña. En aquella ocasión, sin embargo, ya habían bajado del vehículo. "Se puso a mi lado y me dijo que fuera para el coche. Le dije que no y me dijo que era una miedica", ha relatado la niña.
Poco después, tras mucho tiempo guardando silencio, la menor, que entonces tenía 9 años, le contó lo que le estaba sucediendo a una amiga de su hermana mayor. "Me estaba contando que tenía un par de chicos detrás de ella y me dijo que uno era el padre de su amigo. Luego, me contó que se había desnudado delante de ella", ha relatado esta joven, que ahora tiene 19 años, y también ha declarado como testigo.
"Me dijo con total normalidad que estaba detrás de ella"
En ese momento, según ha explicado la testigo, llamó primero a la hermana de la niña, y después avisaron a la madre. "Me asusté. Me dijo con total normalidad que (Gonzalo Martín) estaba detrás de ella. Me dijo que quería ser su novio, que se puso sobre ella", ha explicado.
Cuando la madre recibió la llamada y llegó a casa, se enteró de lo sucedido, pero solo en parte. El resto, lo oyó de boca de su hija cuando fueron a Comisaría y la niña empezó a relatarles su versión de lo ocurrido a los agentes. "Ella no quería ir, le daba mucha vergüenza. Tenía miedo. Me cogió la mano y me dijo: también me tocaba".
Tras presentar la denuncia, Gonzalo Martín fue detenido e incluso pasó un tiempo en prisión provisional, hasta que después salió en libertad a la espera de juicio. Ahora, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de seis años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales.
En cualquier caso, la sentencia aún tardará en llegar, ya que ni siquiera se ha terminado el juicio, que se había suspendido en dos ocasiones anteriores. Aunque este martes estaban citados todos los testigos y los peritos, varios no han podido declarar ya que la vista ha comenzado con retraso. Ahora, se ha fijado una nueva fecha para mediados de abril, cuando la Sección Sexta de la Audiencia Provincial volverá a desplazarse a Lanzarote.