La investigación, llevada a cabo por la Brigada Local de Policía Judicial, fue iniciada a finales del 2007 produciéndose, primeramente, la detención de cuatro personas el pasado mes de junio. Estos imputados responden a las iniciales M.R.R. de 24 años y natural de Sevilla, A.M.T.R. de 38 años nacido en Cuba, C.N.E. de 29 años y natural de Arrecife y L.V.O.M. natural de Colombia. Ésta última persona, según confirman desde la Jefatura Provinicial, "aunque no participó 'de facto' en los asaltos, sí facilitaba información al grupo".
Posteriormente, también relacionados con estos hechos delictivos, en el mes de julio han sido detenidos S.C.A. al que se le imputan varios delitos de robos con intimidación y un asesinato en grado de tentativa, además de Z.E.G.D. y J.J.A.U. Estos tres últimos sujetos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Número Dos de Arrecife, quien decretó el ingreso en prisión del primero de ellos.
Hasta el momento han sido esclarecidos cinco robos con violencia, aunque por parte de la Jefatura de Policía de Canarias han comunicado que es un tema que "está judicializado", por lo que no pueden dar mayor información en relación a las fechas en las que se produjeron los hechos delictivos ni los lugares concretos donde se produjeron. Aún así, sí que han podido confirmar que las siete personas detenidas están relacionadas con el robo con violencia de un local de alterne de la capital el pasado mes de junio.
Según la información facilitada por la Policía Nacional, las víctimas de estos delitos eran propietarios, empleados y administrativos que ocupaban distintas funciones en varias empresas o establecimientos, con la característica común de que todas ellas portaban la recaudación.
Modus Operandi
En relación al modus operandi (modo de actuación), la Policía Nacional ha informado que, primeramente, los detenidos recababan información sobre las posibles víctimas, las seleccionaban y las sometían a una vigilancia durante un tiempo. El asalto lo hacían bien cuando la persona entraba en su domicilio, en el garaje o en el establecimiento donde trabajaba. Se cubrían con pasamontañas para amenazar y golpear a la víctima con el objeto de apoderarse del dinero o efectos de valor.
