La Guardia Civil, en colaboración con diversos países y en coordinación con Europol, ha desarticulado totalmente y ha dejado inoperativo el "supercártel" de los Balcanes, responsable del 50% de la cocaína que llega a Europa, al haber desmantelado sus principales sucursales.
De la operación Adriática, así llamada en España y que ha durado más de cuatro años, han dado cuenta este jueves los responsables de la lucha contra el narcotráfico de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de países como Serbia, Italia, Croacia, Dubai, Alemania, Bélgica y Turquía.
Tras la operación ha quedado totalmente inoperativo el clan de los Balcanes, integrado por varias organizaciones que traficaban con cocaína que traían desde Brasil por la ruta de África Occidental y la almacenaban en Sierra Leona, donde el cartel contaba con centros logísticos, para llevarla a las Islas Canarias y desde allí distribuirla a toda Europa.
En total, se ha detenido a 40 personas -13 de ellas en España y ya en prisión-, de las que tres eran "objetivos de alto valor" y se han incautado 8 toneladas de cocaína, armas de guerra, 12,5 millones de euros en efectivo y 3 millones de dólares también en efectivo, además de la inmovilización de bienes por valor de 50 millones de euros en Serbia.
Precisamente, ayer se llevó a cabo en España la última intervención contra este entramado, en concreto en Canarias y Málaga, con dos detenidos en cada caso, presuntos responsables de la recogida de la droga.
Tanto el general jefe de Policía Judicial de la Guardia Civil, Alfonso López Malo, como el teniente coronel responsable de la lucha contra el narcotráfico en la UCO, Óscar Esteban Remacha, han resaltado el desafío que suponía esta operación, pero han remarcado la importancia de su resultado fruto de la cooperación policial y judicial entre los países mencionados.
En España, la operación Adriática ha sido dirigida por el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional -que ha cursado 18 órdenes de detención que se sumarían a los 40 arrestos practicados en los diversos países- y la Fiscalía Antidroga.
Para los responsables de la operación, esta se ha desarrollado con una coordinación "sin precedentes a nivel policial" desde Europol y con la fundamental colaboración de países como Brasil, Turquía y el emirato de Dubai.
Era en Dubai y Turquía donde estaban establecidos los principales responsables de estos grupos criminales, estrechamente vinculados entre ellos y con capacidad de desplegar a sus colaboradores en distintas partes del mundo con el fin de facilitar ese tráfico global de cocaína, subraya la Guardia Civil.
Un velero con 1.000 kilos de cocaína, el inicio de la operación
Todo empezó para España en la operación Falkusa, desarrollada en septiembre de 2020 cuando la Guardia Civil interceptó 1.000 kilos de cocaína en un velero de bandera croata con destino a Canarias y detuvo sus tres ocupantes.
Los investigadores pudieron comprobar que el velero había alijado la mercancía desde un carguero en aguas del Golfo de Guinea.
La información obtenida en esta operación, sobre todo la extraída de las comunicaciones encriptadas de los dispositivos intervenidos a los detenidos, fue compartida con Europol.
Y tirando del hilo se llegó hasta una organización criminal que dirigía el tráfico de toneladas de cocaína desde Colombia, Ecuador y Brasil. Precisamente, este último país era el punto de origen en gran parte de los casos que se han investigando y desde el que salían sus envíos marítimos de la droga hacia centros logísticos en África Occidental -Sierra Leona y Costa de Marfil- y Canarias.
Más tarde, en agosto de 2023, la UCO interceptó una embarcación con 700 kilos de cocaína en aguas cercanas a Canarias. De esa operación, los agentes extrajeron información de gran valor, porque se constató que se había producido un transporte anterior de 500 kilos de cocaína procedente de Brasil, por la misma tripulación italiano-croata y la misma embarcación.
Toda esta información fue de gran ayuda en el transcurso de esta macroperación, que sitúa a sus responsables e intermediarios procedentes en los Balcanes Occidentales.
En la operación se han intervenido en Serbia armas de guerra, si bien los investigadores no han encontrado indicios de que procedan de las partidas enviadas a Ucrania.
Un 'broker' con capacidad para mover toneladas de cocaína
Pero ninguna de estas sucursales podía moverse sin contar con una de las piezas claves del puzle: un 'broker', detenido en Turquía, y al que las organizaciones contrataban porque disponía de todos los medios necesarios para todas las fases del tráfico de cocaína.
Con capacidad para "mover toneladas de droga", a él recurrían para comprar la droga a los suministradores en Brasil, para poder depositar la cocaína en África y para su traslado a Canarias, es decir, tenía los contactos para toda la infraestructura necesaria, incluidas las narcolanchas.
Tan importante en el negocio, que llegó a ser secuestrado por enfrentamientos entre organizaciones y precisamente puso ser liberado porque la principal mafia del narcotráfico en Brasil, llamada Primeiro Comanda da Capital, pagó su rescate.
Los investigadores han destacado, en este sentido, la gran violencia de estas organizaciones, como ha reconocido el jefe de la Unidad de Drogas de Europol, Robert Fay, quien lo ha resumido así: "Hay un asesinato diario entre ellas".