Llevan más de 30 años en los escenarios reivindicando la identidad canaria y, como explica su cantante, Luis Morera, manteniéndose "fieles" a sus ideas. El grupo palmero Taburiente cerrará las fiestas de San Ginés, con un concierto que tendrá lugar el próximo jueves 25 de agosto, a las 21 horas, en la playa de El Reducto. Una cita en la que no faltarán canciones míticas como "Ach Guañac" o "La Alpispa", que ya se han convertido en todo un símbolo de esta agrupación.
¿Qué significa para ustedes actuar en Lanzarote y, más en concreto, en las fiestas de San Ginés?
Somos un grupo que desde que nacimos estamos con la vocación de expandirnos por las siete islas y no te puedo decir que sea más especial que otras, pero sí que tenemos un acercamiento con Lanzarote por toda la época en la que convivimos con César Manrique, en su casa, le veíamos cuando íbamos a actuar. Esa época fue preciosa y luego yo también me he pasado mis épocas en Lanzarote. Es una isla muy cercana.
¿Y cómo definiría al público conejero?
Estuve hace poquito en el Festival Mar en Calma y hubo un silencio tan acogedor que fue un encanto. Lo único que te puedo decir es que es un público sensible y que apoya. La cultura que dejó César por ahí ha ido fraguando con el tiempo y se nota en Lanzarote. Es una isla que puede presumir de que le gusta la cultura y de ser una de las más punteras.
¿Qué tipo de espectáculo van a ofrecer en San Ginés?
El Taburiente que nunca se ha diluido, el Taburiente que sigue con toda la experiencia fusionando desde sus inicios y, ante todo, mezclando su repertorio de temas nuevos con los antiguos. El público siempre pide temas señeros, que han marcado unos momentos especiales para ellos. Cuando los escucha les hace pasar por el túnel del tiempo. La música tiene ese poder.
¿Cuáles son los temas que reclama siempre el público?
Tenemos unos cuantos temas en los que conectamos con el público, que ellos cantan y que son además muy bonitos. Hay temas como "Ach Guañac", "La Caldera" o "La Alpispa", que la gente canta y alza las manos. Son momentos muy emocionantes. Somos un grupo que con el tiempo ha ido calando en el público, porque nos hemos mantenido fieles a nuestras ideas mucho tiempo, reivindicando, pero ante todo con alegríay con amor a nuestra tierra.
Habla precisamente de reivindicaciones, pero en los más de 30 años de historia del grupo esas ideas habrán ido cambiando. ¿De qué forma han evolucionado?
Parece que el ser humano en el fondo repite los mismos cánones de actitud, porque puedo decir que temas que creamos hace más de 20 años tienen hoy mucha vigencia. Los creadores siempre somos un poco visionarios, nos adelantamos a los tiempos. Por ejemplo, lo que está ocurriendo ahora con los "indignados". Yo fui un "indignado" en aquella época, cuando estaba la dictadura y sigo indignado. Y es una alegría ver ahora a las nuevas generaciones, que protestan y dicen las cosas que necesitan. Yo me acuerdo de un tema, "Generación 2000", que habla precisamente de lo que está ocurriendo hoy. Y nuestra música sigue estando vigente, porque seguimos siendo portavoces de las ideas sociales, de lo que ocurre tanto a mayores como jóvenes.
Y en cuanto al sonido, ¿cómo ha evolucionado Taburiente?
Hay una cosa que está clara y es que en la madurez se te van asentando las ideas y la música la vas entendiendo mucho más y encuentras más caminos para expresarte. Y hoy tenemos la sabiduría y ya a la hora de crear tenemos las cosas muy claras, sobre todo la parte poética.
El hecho de defender la identidad canaria en sus canciones, ¿les ha impedido en algún momento tener éxito fuera de las Islas?
Por eso decidimos vivir en Canarias, porque no tenía sentido que siguiésemos reivindicando un sentimiento de identidad fuera de las Islas. Estamos llamados a lo global, pero lo triste del mundo es que pierda su diversidad y que todo se mezcle en uno y todos acabemos siendo chinos, americanos, etc. Bienvenido sea un viejito de Fuerteventura cantando como canta, diciendo aquí está la identidad.
¿Cómo recuerda los comienzos de Taburiente?
Todo el principio fue en una época difícil en Barcelona, Madrid... Una época de dictadura, de búsqueda de libertad. Toda España estaba en convulsión total, con personajes como Luis Llac, Raymond, Labordeta, Víctor Manuel? Nombrarlos a todos se me haría interminable. Fue una época emocionante, porque las generaciones estaban vivas, empezaban a luchar por ideales, como está empezando a ocurrir ahora. Fue duro y excitante. Con el tiempo ya vinimos a Canarias y decidimos que la patria se hacía dentro de la propia patria. Algunos dicen que hicimos mal porque nos podíamos haber expandido a Europa, pero nuestra ambición era más cultural y más cercana a la tierra.
¿En qué momento cree que se encuentra la música popular canaria?
Yo creo que está en un momento de auge, porque está resguardada, muy abastecida y a veces hasta sobredimensionada en grupos de parranderos. Me parece genial, porque hasta hace muy poco me estaba quejando de que se estaba metiendo mucho la música latinoamérica y cambiando nuestras costumbres. Y sin embargo las nuevas generaciones disfrutan con las parrandas, con el timple. Ha sido una etapa enriquecedora y el canario sigue reivindicando su música. De lo que sí me quejo es de que la música creativa, de fusión, está bajo mínimos. Ésa es la que no se apoya.
¿Cuál es el futuro de Taburiente?
Nos gustaría, y a mi personalmente, llegar a mayores en el escenario, que nos ayuden a subir las escaleras, y sentarnos ahí con toda la experiencia y ver un auditorio lleno, que vengan a escucharnos por haber mantenido nuestra identidad e ilusión. Por eso nos ven y nos llaman los chicos. Ya ves tú, yo ya con 64 años. Pero eso quiere decir que estamos en el buen camino.