Fotos: Sergio Betancort
El folclore de San Bartolomé vivió una jornada histórica en la mañana del pasado domingo. El municipio homenajeó, después de 55 años, la victoria de la agrupación folclórica Ajei en el Festival Internacional de Santander. Allí, el jurado les otorgó la máxima puntuación cuando interpretaron y bailaron una de las piezas más significativas del folclore canario, "La Malagueña", que fue interpretada por Marcial de León, ‘Lero’, uno de los bailadores más admirados por todos aquellos a los que ha precedido, y la bailadora conocida como ‘Cesarita’. El municipio cuenta ahora con una escultura que recuerda esta hazaña y conmemora esta pieza fundamental del folclore canario.
A las 12.45 horas dio comienzo el acto protocolario con la intervención de la Banda Municipal, dirigida por el profesor Juan Kenti Mauri. Durante unos quince minutos interpretaron una magnífica y cuidada selección musical, composiciones que ya forman parte de la antología a la que, con muy buen acierto, pusieron su propio sello. Finalizaron su actuación con el popular pasodoble Islas Canarias.
Acto seguido, la alcaldesa del municipio de San Bartolomé, María Dolores Corujo, se dirigió al numeroso público haciendo un repaso exaustivo de la historia de "La Malagueña". En un momento de su intervención, se dirigió a Marcial de León "Lero", allí presente, invitándole a permanecer junto a ella, y lo mismo hizo con el escultor Rigoberto Camacho Pérez.
Una vez finalizada la intervención de la alcaldesa, el artista y ella se dirigieron hasta el lugar donde está ubicada la escultura "La Malagueña", y juntos descubrieron esta obra. Junto a la escultura, realizada con resina de poliéster y fibra de hierro y que tiene un peso aproximado de 3.000 kilos y una altura de 2 metros, se ha instalado un escueto panel informativo como complemento histórico.
Al descubrimiento de la obra de Rigoberto Camacho siguió la tradicional sesión fotográfica. Más tarde, los presentes se dirigieron a la plaza León y Castillo, donde se habían instalado varias mesas y sillas adornadas con ornamentación con tintes canarios para que aquel que quisiera degustara la amplia carta gastronómica, al mismo tiempo que disfrutaba con las actuaciones musicales de la Escuela Municipal de Folclore, las agrupaciones folclóricas La Peña y Guadarfia, a las que también se unió la parranda La Pichona.