Maruja Machín, conocida repostera en Lanzarote, fallecía a sus 90 años este jueves en la Villa de Teguise. La teguiseña era muy reconocida en la isla por llevar una pastelería familiar, en la que vendía unos famosos pasteles de carne. Una señora que se dedicó durante toda su vida al negocio familiar, la Panadería Machín, y la sacó adelante con sus hijos y su marido.
"Nadie hacía los pasteles como ella", ha revelado Paco Hernández, cronista oficial de Teguise y cliente habitual de la pastelería. Una calidad en los productos que apreciaban todos los teguiseños que se acercaban al establecimiento todos los días. Era una persona muy "considerada y apreciada" por todos lanzaroteños, ha destacado Hernández.
Sus roscas, mantecados y pasteles se encargaron de endulzar a los residentes en La Villa de Teguise durante los 71 años que estuvo al servicio de la pastelería.
Como recoge María José Tabar en Historias de Teguise, Machín llegaba a las seis de la mañana a la tahona familiar. Se dedicaba más a los mantecados, a los bollos y a las roscas, mientras invitaba a pasar y a fotografiarse a los turistas que se asomaban por la puerta de la pastelería, de los que decía que eran "unos goledores".