Hace diez meses, Orlando Guadalupe Hernández, minusválido y vendedor de la Once en la isla de La Graciosa, presentó una solicitud de autorización para la instalación de un estanco en el que poder vender los cupones. Sin embargo, el Servicio de Puertos de Canarias, que era a quien iba dirigida la solicitud, denegó la proposición de instalar un estanco en la explanada del Puerto de Caleta del Sebo.
"Debido a mi estado físico ya he sufrido varias caídas al intentar desplazarme por el pueblo", sostiene Orlando, explicando que por eso había pedido que se instalara un estanco de pequeñas dimensiones en el que pudiera vender sus cupones.
Además, asegura que ha visto "cómo se ha autorizado e instalado una construcción prefabricada para una empresa privada", por lo que afirma que se siente "discriminado por este estamento público, ya que parece ser que para el Servicio de Puertos de Canarias no todos somos iguales, y unos tienen más derechos que otros a utilizar la zona del puerto bajo su jurisdicción".