COMO CADA AÑO, LA VOZ IRÁ PUBLICANDO LOS CUENTOS RECIBIDOS

El concurso de Radio Lanzarote recibe 17 nuevos relatos de amor y desamor

Como cada año, La Voz de Lanzarote irá publicando los cuentos recibidos hasta el próximo 31 de agosto...

29 de julio de 2016 (13:31 CET)
El concurso de Radio Lanzarote recibe 17 nuevos relatos de amor y desamor
El concurso de Radio Lanzarote recibe 17 nuevos relatos de amor y desamor

El VI Certamen de Microrrelatos de Radio Lanzarote-Onda Cero sigue sumando participantes y la pasada semana recibió 17 nuevos cuentos. Cabe recordar que el plazo para participar concluirá el próximo 31 de agosto y el tema de esta edición es el amor o el desamor. Además, como cada año, la radio deberá aparecer en el relato. 

Al igual que en anteriores ediciones, la extensión máxima de los cuentos habrá de ser de 100 palabras, incluyendo el título en caso de que lo lleve. Cada autor podrá presentar un máximo de cinco relatos, que podrán estar firmados con pseudónimo, siempre que se adjunten el nombre y teléfono de contacto de su autor. Quienes lo deseen podrán enviar sus obras a la dirección: concursorelatos@lanzarotemedia.net. Hasta entonces, La Voz de Lanzarote publicará semanalmente aquellos que se vayan recibiendo y que cumplan los requisitos de participación.

Éstas son las 17 obras recibidas hasta el jueves de la pasada semana:

 

¡Me gustaría! 


Me gustaría decirte cuánto te quiero, me gustaría decirte que mi amor es inmenso. Pero no puedo, lo siento; quizás nunca sentí nada hacia ti; quizás tus palabras en aquel programa de radio me confundieron; quizás cuando te entienda será demasiado tarde, porque no estoy dispuesto a aprender alemán.

 

Tinta seca, carne viva


El 13 de octubre, 5 meses después de tu engaño, de repente, me di cuenta que no podía esperarte más, la tinta de la pluma con la que versos te escribía se secó para siempre y a mi ya no me quedan más lágrimas que derrochar. La vida empieza a amanecer mientras de fondo se escucha la sinfonía de una radio, ésa que escuchábamos juntos frente al mar, pero que ahora ya no me recuerda a ti. A partir de entonces solo escribo de amor, no de desamor.

 

Reset ó memoria borrada


Últimamente mis versos ya no me acompañan, están dormidos en tu regazo, callados, ausentes. Ahora mis versos de amor se han transformado en canciones de la radio que mi cabeza canta sin cesar, como un tsunami que lo inunda todo y no deja respirar. Canciones que se cuelan en mi cabeza y hacen que los malos recuerdos se queden en puras anécdotas. ¿Y quién eres tú? Me pregunta mi cabeza. Tú eras la piedra que me hizo caer mil veces y levantarme mil y una. Perdón ¿Cuál era tu nombre? Se me olvidó, por fin.

 

Oración del Buen Amor


Sofía era agnóstica, no creía en ningún Dios, sólo creía en el amor con mayúsculas y todas las noches como una letanía de la radio, rezaba:

"San Amor del Bueno, 

Protégeme de todo aquel que nada bueno me aporte

Aléjame de todos los hombres sin latidos en el corazón y frío en las manos

Vengan a mí los hombres de buen corazón

Y se olviden de mi ser aquellos que no son merecedores de mi amor.

Hágase tu buena voluntad siempre".

 

Amor ¿existes?


"¿Existe el amor verdadero?"- Me preguntó Manuel, mi hermano pequeño. 

"Sí, cariño, existe"- le contesté.

"¿Cómo en las películas de Disney?•Volvió preguntar él con ojos ilusionados y esperando una respuesta afirmativa.

"No, como el verdadero amor de los abuelos que lucharon en contra de todos y hasta de la guerra para seguir amándose como el primer día"- Contesté.

Se quedó callado, me miró y tan solo me dijo:

-"Voy a llamar a la radio para dedicarles una canción de amor, pero de amor verdadero, no de las del verano"-.

 

¿A quién no le ha pasado?


De fondo, en la radio, sonaba la que había sido su canción.

Desconsolada, dio otro trago a su vaso de vino y a la vez se tragó como pudo sus amargas lágrimas.

Al acabar la botella se acabaron sus fuerzas también.

Y rompió a llorar, a la vez que aporreaba el cuadro que él le había regalado por su cumpleaños, no hacía mucho. Parecía tan enamorado . . . ¿qué había pasado?

Se sentía estúpida.

No entendía nada y sabía que sus preguntas permanecerían por siempre sin respuesta.

 

I will survive


Su afición favorita era pasar el tiempo a su lado: daba igual que estuviesen disfrutando del más divertido de los planes o que simplemente estuvieran limpiando la casa, ella era feliz compartiendo momentos.

Él, sin embargo, no era hombre de una sola mujer.

Ella le dio todo. Él le rompió el corazón.

Ella aprendió que amar es dar sin esperar nada a cambio.

Respiró hondo y se secó las últimas lágrimas.

Se quitó la ropa y los miedos, encendió la radio y se dispuso a bailar.

 

Edad para amar


Salieron cabizbajos del despacho del director. Les habían pillado.

No se podía tolerar ése comportamiento en una institución tan afamada.

De nada sirvió contarle lo enamorados que estaban, los planes de boda que tenían, lo felices que eran juntos...

El director llamaría a los familiares para buscar una solución. Ellos sabían perfectamente en que consistiría esa solución, como también sabían que ya no podrían vivir separados.

La noticia se olvidó en una semana. Un suceso más, contado por una emisora de radio local:

"Desaparecen del asilo Santa Teresa dos ancianos octogenarios, compañeros de habitación."

 

Había recibido una carta inesperada


Aquel sobre-carta o carta-sobre le llamó la atención.

No había remite, pero por la procedencia, Usa, solo podía ser de él.

Hacía dos años, eran dos jóvenes chiquillos enamorados, como solo se quiere la primera vez.

Y un día, en la calle de ambos, apareció una rubia-rubísima, alta-altísima, y con los ojos azules-azulísimos. Todo se acabó. No todo, ella no lo olvidó, tenía la radio, tenía su canción.

Dos años más tarde, era él. En la lejanía, la echaba de menos, para nada recordaba a la rubia-rubísima, alta-altísima.

 

Destinos


Me dirijo a los acantilados por la carretera del norte. La nostalgia empaña mi alma y su voz de alba busca hacerse nido en mis adentros. Ignoro si seré capaz de regresar al ahora, después del eco. O ser bruma, con él.

Detengo mi coche y comienzo a caminar hasta el borde del acantilado. Inhalo todo el aire de los desencuentros para gritar su nombre y despedirlo. Caen al abismo los pétalos de las caricias. Lloro los siglos.

De regreso, suena la radio y nuestra canción me hace cautiva del ayer y de sus ojos.

Amor inquebrantable. Dos destinos. 

 

"Susurros azules"


Cada noche, hora exacta, el susurro de sus palabras llenaba mis oídos.

Noche amenizadas por el aroma de sus palabras, recitando poemas calurosos, llenando de gozo mi soledad.

Hacerle llegar mis deseos.

-¿Una carta, quizás?

-¿Entrada improvista en la emisora?

Esa voz esculpía su rostro imaginario, el sonido de la "t" dice que sus ojos son marrones. La melodiosa "m" marca una mirada dulce, tono pausado revela sensualidad. Amor es lo que siento.

-Perdón, ¿a qué hora pasa el bus?

-¿No sabes leer?

Era su voz, transformando lo dulce a tono grosero. De pronto todo se esfumó.

 

Adios Carmelo


Mi abuelo era Luis, mi padre Luis, yo también. Ella Paloma,el primer amor,el primer baile,el primer beso,el primer sexo, el primer adiós. Los estudios nos separaron. Miles de años después nos encontramos con nuestros hijos pequeños en el Mercado Central. Los recuerdos pasaron como ese momento antes de la muerte, en que tu vida rueda a toda velocidad por la mente y te paraliza.¡adiós Paloma! ¡adiós Carmelo! Ni una vocal,ni una vocal repetía mientras se oía La distancia de Roberto Carlos en el puesto de tés.

Sería Barbara, pensé, antes de acostarme.

 

Colores


Mientras escuchaba la radio, Rosa de 2 años dibujaba sin parar. Era amor, sin más. Veía lápices de colores y sus manos automáticamente necesitaban pintar, trazar, rayar. Su lienzo eran las hojas de papel, las pizarras, el suelo, las paredes… la vida. Expresaba lo que sentía, lo que quería, lo que era.

Pronto llegó el colegio y todo cambió. Don Andrés, le obligó a cambiar sus colores por un lápiz gris que usaba para hacer sumas, oraciones y exámenes. Todo era aburrido. Poco a poco Rosa fue apagando su imaginación, su creatividad, para convertirse inevitablemente en una persona normal.

 

Querido


Donde vas le preguntó el Amor al Desamor. Voy en busca de corazones tristes y rotos para presentarme. Que no encuentres ninguno le enmendó el Amor. Bueno si no los encuentros me pasaré la tarde escuchando la Radio canciones de Amor respondió el desamor. Pero bueno como escuchas canciones de Amor cuando tu pregonas y buscas el Desamor exclamó. Querido los Enamorados serán Desenamorados y ya sabes busca entre los heridos cadáveres y no entres los sanos muertos mi querido Amor.

 

Sin título


Él la observaba desde el altar mientras ella avanzaba enganchada a un ramo de lirios blancos, atraída por la pasión que despedían aquellos dos ojos que la contemplaban en cada paso que se acercaba. 

Ella entrelazó sus manos nerviosas con aquellas manos que la protegerían toda la vida, tras ese sí quiero que abrió las puertas a un lugar del cual durante años el amor no quiso escaparse. 

De pronto, la voz de una radio la golpea con la realidad cuando el locutor recuerda a los oyentes la hora del sepelio. Su última hora junto al amor de su vida. 

 

Sin título


Son las 3 de la mañana y continúo despierta esperando escuchar que gires la llave al llegar, puedo esperarte toda la noche, pero no llegarás, ni aún guardando todavía tu hueco en la cama. 

Mis brazos desean abrazarte cada día, pero sólo alcanzan a tocar un lugar vacío junto a mi almohada. Odiarte lo haría más fácil que intentar calmar el dolor de las llagas del amor que me roza el alma. 

Adormezco cuando un señor me desea los buenos días desde la radio, amanece de nuevo, y tu espacio a mi lado son sábanas frías. 

 

Sin título


Me enseñaste que en el despiste de un minuto puede aparecer la persona que amarás el resto de tus horas, que caminos separados pueden llevar al mismo sitio sin pisarse las huellas, a quererme con mis defectos como tú me valoras con ellos, aprendí contigo a disfrutar momentos en los que la soledad no sirve como compañía, me enseñaste que el diálogo acorta las distancias, a mirarte a los ojos y leer tus silencios. 

Una estrofa en la radio que suena a lo lejos te define, "… y contigo aprendí que yo nací el día en que te conocí"

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