Faltan pocos días para el comienzo de la Navidad. El primer toque de atención sobre la cercanía de estas fechas tan especiales lo marca la publicidad. Pero en Arrecife se puede decir que el pistoletazo de salida de la fiesta se celebra de una manera más original. Todo gracias a Maxi González, que como cada año desde 1999 coloca un belén en algún lugar original de la capital lanzaroteña.
Este año no podía ser menos y en la noche del martes inauguró su nacimiento. En esta ocasión las figuras se encuentran en un balcón de la calle Argentina. Maxi González ha pasado tres meses realizando, con la colaboración de los vecinos, el nacimiento que ya está a la vista de todos.
Así, se ha encargado de comprar nuevas figuras después de que una tormenta que cayó el pasado año le estropeara las que ya tenía, las ha colocado minuciosamente y además ha puesto luces colgando para que nadie quede indiferente al pasar por esta calle.
Acto
Para la inauguración del belén se cortó la calle Argentina. Hasta el lugar se acercó la concejal de Festejos del Ayuntamiento de Arrecife Encarna Páez. Aunque en este caso los grandes protagonistas fueron los ancianos.
Y es que Maxi González, tras ver muy enferma a su madre, decidió dedicarse a las personas mayores. Para ello hizo los cursillos de cristiandad y tras la Navidad acudirá a los hospitales y demás centros donde se encuentran los ancianos para ayudarlos en todo lo que pueda.
Pero sus ganas de ayudar a estas personas le llevaron a invitar a un grupo de mayores a la inauguración del nacimiento.
Encendido de las luces
La velada comenzó con el encendido de las luces. A continuación, se hizo una representación del momento en el que el arcángel Gabriel anunció a la Virgen María que iba a ser madre.
La actuación fue de una niña que hizo el papel de María y del propio Maxi González que desde el balcón, aunque sin mostrarse al público, hizo la representación del arcángel.
Finalmente la parranda Charco San Ginés fue la encargada de poner el toque musical en una noche en la que todos disfrutaron de un refrigerio y bailaron al son de la música.
