Ecologistas en Acción advierte que los perros también “amenazan la biodiversidad” y pide parques controlados para ellos

Afirma que el tema “no es menos grave” que el de los gatos asilvestrados, y cuestiona la falta de este tipo de espacios en la isla, así como el estado en el que se encuentra el parque canino que existe en Arrecife

1 de septiembre de 2022 (19:18 CET)
Actualizado el 1 de septiembre de 2022 (20:22 CET)
Árbol caído en el parque de perros de Arrecife
Árbol caído en el parque de perros de Arrecife

Al debate abierto sobre el impacto de los gastos asilvestrados en la naturaleza, Ecologistas en Acción ha sumado también el de los perros, que considera que “no es menos urgente”. “Hay que recordar que los perros con dueño también pueden ser una amenaza importante a la biodiversidad, especialmente si se dejan correr sueltos en espacios naturales”, advierte la asociación.

Por eso, ha reclamado que se habiliten más parques públicos “donde puedan interactuar y moverse con libertad, espacios al aire libre que sean atendidos de manera responsable por las administraciones municipales”, y que sirvan de “lugares seguros y agradables tanto para los perros como para las personas que los cuidan”.

“Al contrario de lo deseable, el aumento del número de perros no se corresponde con un mayor número de espacios libres controlados, que estén al servicio ciudadano para disminuir la presión a la naturaleza y a la vida silvestre. Y esto ya es una asignatura de cada ayuntamiento”, cuestiona Ecologistas en Acción, que denuncia que “tampoco se conoce que exista planificación alguna de acciones encaminadas a encauzar esta grave situación”.

De hecho, también advierte del estado en el que se encuentra uno de esos pocos espacios, el parque canino ubicado en el parque temático de Arrecife, con “falta de riego”, suciedad y hasta árboles caídos.

Al respecto, afirma que se ha interrumpido el suministro de agua "por una contrata de iluminación", por lo que los animales no pueden beber agua de los bebederos y los árboles carecen del riego que necesitan. “A raíz de ello, incluso esta semana se perdió el segundo árbol, que se cayó por acción de los fuertes vientos y la persistente sequedad”, afirma.

Asimismo, añade que “la limpieza y desinfección se realiza muy esporádicamente, apenas una vez cada tres meses, cuando en otros parques caninos se realiza con mayor frecuencia”. 

“No hay contrato de limpieza ni de riego vigente, se eliminó. Las autoridades lo omitieron y por ahora sigue en estudio técnico para evaluar su inclusión. Y esto es algo absolutamente imprescindible, con lo que debería haber contado este parque desde su apertura”, critica.

 

"Organización" para "disfrutar de una convivencia pacífica y saludable"

En su comunicado, Ecologistas en Acción comienza subrayando lo que aumenta cada año la población en Lanzarote y La Graciosa, y con ella la cantidad de mascotas. “Por eso necesitamos mejorar el nivel de organización social para seguir disfrutando de la convivencia lo más pacífica y saludable posible entre las personas, el medio físico y los demás seres sintientes que habitamos en las dos islas”, defiende.

En el caso de los gatos asilvestrados, afirma que es “un problema muy complejo” y que “su solución será igualmente compleja”. De hecho, genera polémica entre determinadas asociaciones animalistas y ecologistas, que discrepan sobre las medidas que deben adoptarse con los gatos callejeros.

Por eso, se centra en el de los perros, que insiste en que “no es menos urgente”. “Aunque ya no se ven perros callejeros, las perreras y las protectoras siguen estando sobresaturadas. España es un país que destaca en la media europea en el abandono de mascotas y Canarias tiene una de las tasas más altas a nivel nacional. Eso dice algo sobre la ciudadanía”, cuestiona.

En cuanto a los que sí tienen un hogar, insiste en la necesidad de habilitar espacios controlados para ellos. “En época de nidificación, el que los perros corran libremente provoca que las aves puedan salir volando de sus nidos y que la puesta se pierda, ya que los huevos o las crías quedan expuestos a merced de sus depredadores, siendo además muy sensibles a las variaciones de temperatura, lo que puede desembocar en la pérdida de los huevos o de los pollos”, señala.

Hay que tener en cuenta que cada vez hay menos aves y más perros. Por ejemplo, las especies limícolas, que viven, se alimentan y se reproducen en las zonas costeras, están desapareciendo a un ritmo acelerado porque ya casi no quedan costas vírgenes sin presencia humana. Un tráfico constante de gente y perros no les permite alimentarse tranquilamente, ni cuidar adecuadamente de sus puestas”, advierte la asociación.

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