Celtas Cortos hace vibrar a cientos de personas en su concierto de Puerto del Carmen

Las primeras notas empiezan a sonar. Inconfundibles. Celtas Cortos ya están sobre el escenario dispuestos a ofrecer lo mejor de su particular estilo y cantar en pro de los desfavorecidos y en contra de las injusticias. Cientos de ...

13 de agosto de 2005 (04:03 CET)

Las primeras notas empiezan a sonar. Inconfundibles. Celtas Cortos ya están sobre el escenario dispuestos a ofrecer lo mejor de su particular estilo y cantar en pro de los desfavorecidos y en contra de las injusticias. Cientos de personas se encuentran en la Plaza del Varadero de Puerto del Carmen para escuchar a estos vallisoletanos que llevan más de veinte años dedicados a la música. Durante cerca de dos horas los asistentes vibraron con las nuevas canciones del grupo que, por supuesto, no se olvidó de sus mejores clásicos.

El concierto comenzó con dos de los temas de su último disco C'est la Vie. Es el primer compacto en el que aparece el nuevo cantante del grupo después de que en 2003 Jesús Hernández Cifuentes dejara la formación. A continuación tocaron ‘Skaparate Nacional', uno de sus temas más conocidos por la crítica que realizan a quienes se dejan llevar por lo que hace la myoría.

Con un ritmo arrollador y entremezclando las canciones con música celta el ambiente de la Plaza del Varadero era cada vez mejor. La gran cantidad de público que se concentró en el lugar no paró de bailar y vitorear al grupo. Desde sus más fieles seguidores hasta niños vibraron al son de Celtas Cortos, sobre todo con las palabras dedicadas a César Manrique y a Lanzarote.

Lo más conocido

Hacia mitad del concierto el grupo comenzó a tocar las canciones más conocidas. De esta manera sonaron ‘¿Qué voy a hacer yo?', ‘Tranquilo Majete' o ‘Romance de Rosabella y Domingo'. Unos temas en los que se habla de la presión social o la historia de amor entre Rosabella y Domingo, una canción en la que se mezcla la música celta con los sones de Sudamérica.

Mientras tanto todo el grupo se involucró en el gran espectáculo con bailes acompañados de un gran juego de luces. Todos los miembros de la banda pasaron el concierto moviéndose por el escenario y animando a los asistentes. Al ritmo de ‘C'est la vie' el grupo presentó a modo de cuento, como hace en todos sus conciertos, a cada uno de los miembros de la banda para terminar agradeciendo al público su presencia y su fidelidad durante tantos años.

Pero Celtas Cortos no podía dejar así las ganas de los asistentes de seguir escuchando su directo. Por eso, cuando bajaron del escenario nadie se movió de la plaza y tras pedir que volvieran a salir la banda no lo dudó. Fueron estos momentos los más vibrantes del concierto, ya que el grupo tocó sus letras más conocidas. Todos bailaron al ritmo de ‘Lluvia en soledad', ‘20 de abril', ‘No nos podrán parar' o ‘La senda del tiempo'.

En definitiva, un magnífico directo con el que los lanzaroteños y visitantes disfrutaron de unos vallisoletanos que no dejan de lado su música y su protesta a través de la música celta.

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