Un médico argentino de 70 años, ya jubilado y residente en Lanzarote, Carlos Court, colecciona sellos en su casa de Costa Teguise. El señor, que lleva coleccionándolos desde hace 50 años, ha sido el impulsor de que Correos le otorgara un sello conmemorativo por el centenario del nacimiento al escritor portugués José Saramago y al artista lanzaroteño César Manrique.
La Voz descubrió la historia de este amante de la filatelia y quiso acercarse a su especial vivienda en Costa Teguise. Un inmueble que no solamente alberga álbumes con sellos, también figuras de gatos y diferentes fotografías de su esposa y familia que adornan el salón. Guarda sellos, pero también acoge gatos callejeros, ocho animales que conviven con él.
Clasificador de sellos como hobbie desde que le llegó una carta con muchos de ellos a su casa en Argentina y se puso en contacto con la dirección de la Casa de la Filatelia de Argentina, en Buenos Aires. No fue hasta el 20 de noviembre del 1980, con 27 años, cuando comenzó a profundizar más este campo de estudio, mientras trabajaba en la Base Científica Corbeta Uruguay en la Antártida. "Empecé a relacionarme más con la filatelia".
Al oficial del cuerpo de Sanidad de la base, era al que más le interesaba y por ello, se convirtió en filatelista. "A los demás no les interesaba, hasta el Cabo me decía que era raro", ha confesado.
Pero años más tarde, en el año 1986, al trasladarse a vivir a España, ese hobbie se "quedó un poco dormido", recuerda. Empezó a trabajar en el Servicio de Salud Andaluz, conoció a su mujer y tuvo a sus hijos. Una etapa que recuerda con mucho cariño. "Fue el mayor cierto de mi vida". Después, obtuvo su plaza en el Servicio de Salud Canario, concretamente en Lanzarote. En ese momento, "no me quedaba mucho tiempo para dedicarme a la filatelia", reconoce.
Fue un accidente cardiovascular lo que le acercó más a esa pasión. El exdirector médico del Hospital Molina Orosa, tiene muy claro que la filatelia le salvó la vida. Tuvo una cardiopatía en 2020, que casi le lleva a la muerte y después de 38 años de profesión, tuvo que dejar su trabajo. Su único refugio era ser coleccionista de sellos. "La filatelia se incentivó a raíz del accidente", ha explicado al periódico. Tanto que relata muy emocionado: "Nunca me imaginé que me iba a dar un infarto, si no me llegan a enviar a Madrid, no hubiese podido ir a la presentación del sello de Saramago y tampoco estaría aquí contando mi historia".
"Nunca me imaginé que me iba a dar un infarto, si no me llegan a enviar a Madrid, no hubiese podido ir a la presentación del sello de Saramago"
Sus sellos más especiales: de Saramago a César Manrique
Otro de los artistas al que quiso dar voz fue a César Manrique. Junto con la fundación, pidió a Correos un sello dedicado al protagonista indiscutible de Lanzarote. Al igual que con Saramago, también hubo una presentación en julio de 2019.
Durante la charla, relata cómo tuvo la gran idea de impulsar la creación de ese sello. "Me di cuenta de que Saramago no tenía ningún sello e hice una carta a la comisión filatélica del Estado", en la que hacía la petición, coincidiendo con el aniversario del nacimiento del escritor. Después, obtuvo una respuesta positiva. "Me comentaron que iban a valorarlo, que era interesante sacarlo", ha revelado el hombre sentado en el sofá de su casa.
Tras acercarse al Ministerio de Fomento, aprovechando un viaje a Madrid, le dijeron que "se iba a aprobar el sello para 2023". Momento en el que se le ocurrió la idea de realizar una presentación en la casa de Saramago. "Fui a la Casa-Museo y les propuse hacerla allí", ha desvelado. Deseaba que en esta ocasión, "se hiciera fuera de Madrid".
Una presentación que para el conocido de Saramago fue "muy emotiva". Cuenta la relación que tenía con el escritor. "Conocí a Saramago personalmente, hablé con él en muchas ocasiones, tengo hasta un libro suyo", reconoce. Se conocieron en su lugar de trabajo. "Nos conocimos cuando iba al hospital Molina Orosa". Aunque es un hombre más de ciencias que de letras, deja claro lo que le sorprendía del portugués. "Siempre me ha llamado la atención la forma en la que él escribía".
"Conocí a Saramago personalmente, hablé con él en muchas ocasiones, tengo hasta un libro suyo"
Court reconoce que el sello que más le gusta es el de Saramago. Para el filatelista, lo que más destaca es el aspecto del escritor. "Sale muy bien, además, justo en una época en la que no estaba bien de salud", afirma. Lo que menos le agrada de la colección es las dos postales en blanco y negro que han sacado de él, dice que son "demasiado oscuras y lúgubres".
Confiesa la cantidad que un apasionado de la filatelia puede llegar a pagar por hacerse con un sello. "Pueden costar hasta 5.000 euros". Tienen tanto valor que "él no suele vender sus sellos", aunque a veces, "hago copias y se las mando a algunos conocidos filatélicos". Desde su experiencia en el campo, la "temática es lo más importante" a la hora de elegir el sello, que es lo que "le hace especial", puntualiza. La imagen debe "ser bonita y representar algo especial" para cada uno, aconseja a la hora de hacerse con un sello.
Como buen especialista en coleccionar sellos relacionados con la Antártida, dispone en su álbum diferentes matasellos de los pingüinos que viven en el continente. Le siguen sellos de aves autóctonas de Australia como el pingüino azul o más conocido como pingüino enano (Eudyptula minor). Además, en el mundo de la realeza, destacan unos sellos de Lady Di, la princesa Diana de Gales.
Exposición de sus colecciones de Lanzarote
Todavía le quedan más trabajos pendientes para el año que viene. El más especial, hacer una exposición de filatelia y maximofilia con todas las colecciones que tiene sobre Lanzarote. "Quiero presentarlo todo", ha adelantado.
Entre sus planes de futuro, quiere seguir con la maximofilia, aprovechar los sellos y conseguir el matasellado con el aniversario de funcionamiento y apertura de algunos lugares. Los sitios que le faltan son el Mirador del Río, Jameos del Agua y el Jardín de Cactus. Además, todavía le "falta indagar en el 'Catálogo Edificil Sellos de España'", a ver si "encuentra algo más de Lanzarote", ha puntualizado.
Manrique y Saramago, no son las únicas personalidades que van a tener su sello personalizado. Se encuentra intentando impulsar dos pedidos de sellos: el de la Isla Cacho en la Antártida y un sello en homenaje a Fidel Pagés, un doctor militar del siglo XX, que puso en práctica la epidural en España. "Un hombre casi olvidado, que hizo un gran avance para la sociedad civil, en concreto, para las mujeres", concluye Court.