Los días 17 y 18 de mayo de 2021, más de 10.000 personas migrantes cruzaron a nado la distancia que separa Marruecos de la ciudad autónoma de Ceuta. Esta cifra constituyó un récord, ya que nunca antes habían llegado a España tantas personas migrantes en 24 horas.
Aquellos días, los migrantes cruzaron a nado el espigón que separa a la ciudad española del país africano. España devolvió en caliente a miles de personas, entre ellas menores que habían llegado a territorio español sin la compañía de sus padres. El Supremo confirmó en 2024 que estas devoluciones fueron ilegales y que las autoridades españolas actuaron en contra de la Ley de Extranjería e incumplieron el Convenio Europeo de Derechos Humanos al llevar a cabo devoluciones colectivas, sin escuchar de forma individual cada caso.
Entre miles de imágenes de jóvenes agotados corriendo a su llegada a la orilla de la playa, custodiados por el ejército y agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado español, se abrió paso Abdou Ngom, un joven senegalés que se abrazó entre lágrimas a una voluntaria de Cruz Roja. La fotografía de la Agencia Efe dio la vuelta al mundo, bajo la etiqueta #GraciasLuna. Ella recibió insultos machistas por aquel gesto. Abdou fue expulsado de vuelta a Marruecos.
"La policía me ha pegado, nos han tratado como animales. Y, a muchas chicas, además, las violan", narró en una entrevista con RTVE en Casablanca a los pocos días de ser deportado. En un segundo testimonio recabado por la cadena pública española en 2024, el senegalés narró que vivió en la ciudad marroquí de Casablanca y que trató de entrar varias veces a España.
No lo consiguió hasta tres años después de lo ocurrido en Ceuta, cuando se embarcó en una lancha neumática hacia Canarias. Salvamento Marítimo lo interceptó tras tres días y dos noches navegando el Atlántico junto a otras 58 personas y fue trasladado a la isla de Lanzarote. En Marruecos dejó a su hijo recién nacido y a su mujer.
Abdou murió el pasado martes 3 de junio en Málaga por causas desconocidas y sus amigos han comenzado una campaña difundida en redes sociales para poder pagar la repatriación de su cuerpo hasta Senegal.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado resaltó en un comunicado que: "Trágicamente, miles de personas mueren cada año en su búsqueda de un lugar seguro en el que vivir; en muchos casos, son enviadas de nuevo a países en los que sus vidas corren peligro. Fue el caso de Abdou. Lamentamos que, al lograr establecerse finalmente en España, su sueño se viera truncado tan pronto".
