Entre el 10 de julio, fecha de la celebración de la cumbre, y principios de agosto en curso, las cifras relacionadas con la inmigración ilegal apuntan a que este fenómeno camina hacia cifras record y jamás registradas con anterioridad.
Son cuatro puntos geográficos que permiten tener una idea global sobre este fenómeno: Canarias, Marruecos, Libia y el corazón de África.
Respecto al corazón de África Occidental, la prensa de países como Malí, Níger, Senegal y Mauritania hablan de flujos migratorios que se dirigen hacia las costas senegalesas y mauritanas para alcanzar las costas canarias, y también hablan de otros flujos hacia las costas de Libia para alcanzar Italia.
Marruecos cada vez registra menos subsaharianos, pero Libia cada vez recibe miles y miles de inmigrantes indocumentados con el objetivo de alcanzar las costas de Libia. Respecto a Canarias, se ha convertido en uno de los puntos más calientes de la inmigración ilegal a nivel internacional por recibir diariamente cerca de 150 subsaharianos desde hace meses, justamente después de que Marruecos estrechó la vigilancia de sus fronteras marítimas y terrestres.
En las tres últimas semanas, hubo cuatro naufragios, uno en Marruecos, otro en Senegal, el tercero en las costas de Libia y el último en las costas de Túnez, además de los muertos que llegaron en los cayucos a Canarias. Las cifras son terroríficas, más de 50 cadáveres rescatados, cerca de cien desaparecidos y dos mil detenidos. Sin embargo, hay que añadir las victimas muertas en alta mar y que jamás serán conocidas y recuperadas, incluso hay quien se atreve a hablar del doble de la cifra conocida.
Los analistas en diferentes foros y tribunas de la prensa internacional que decían que la cumbre Euro-Africana no pasaba de un intercambio de ideas sin aportar soluciones pragmáticas que se notan en la realidad, están teniendo razón y se demuestra que el fenómeno de la inmigración está lejos de solucionarse con una cumbre con resoluciones sin fondo monetario para ser aplicadas.
ACN Press