Nueva Canarias pide un plan para adaptar el litoral de Lanzarote al cambio climático

“No hablamos de mitigación de gases de efecto invernadero o producción de energía limpia, hablamos de adaptarnos a los impactos climáticos ya presentes y que irán intensificándose", resalta la formación política

10 de abril de 2024 (17:44 CET)
Ejecutiva Insular de Nueva Canarias.
Ejecutiva Insular de Nueva Canarias.

Los canaristas se preocupan por los impactos de los últimos temporales costeros en litorales de Lanzarote y La Graciosa, que evidencian cómo el oleaje se adentra cada vez más al interior

Nueva Canarias-Bloque Canarista ha expresado este miércoles su preopupación, a través de una nota de prensa, a raíz de los fenómenos climatológicos sufridos en las costas de la isla. El fuerte oleaje consiguió durante este pasado martes y la madrugada de este miércoles, "adentrarse varios metros tierra adentro, causando destrozos en edificaciones públicas y privadas, paseos marítimos y terrazas".

Para los canaristas, “estos fenómenos son cada vez más recurrentes en la isla. En apenas unos meses hemos visto fuertes embates de oleaje en núcleos urbanos costeros como Caleta de Famara, Playa Honda, Arrieta o Caleta del Sebo en La Graciosa, donde el mar ha llegado a zonas donde nunca se habían visto ni registrado”. 

Según los canaristas, “estos fenómenos deben concienciarnos de la obligación de tomar medidas inmediatas en materia de adaptación al cambio climático, como se están realizando en litorales de otras Islas Canarias y de otras costas de Europa y de otros continentes. Debemos planificar en función de la afectación al territorio de una realidad que ya está aquí con una subida exponencial del nivel del mar”.

Prosiguen desde la organización que “mientras discutimos sobre carreteras, palacios de congresos y fiestas, el clima y la naturaleza nos están avisando de que el futuro de la isla irá ligado a la transformación del territorio a causa del cambio climático”.

Desde NC-BC recuerdan que ya son muchos los informes de grupos de investigación académicos y administrativos que alertan de la vulnerabilidad que presentan las costas de las islas, y en especial las de menor relieve como Lanzarote, donde la exposición de las infraestructuras humanas esenciales como el aeropuerto, la central eléctrica, edificaciones residenciales y turísticas, y playas, contemplan serios riesgos por la subida del nivel del mar. 

En este sentido, cabe destacar que el Gobierno de Canarias presentó en 2022 los resultados del Proyecto PIMA (Plan de Impulso al Medio Ambiente) Adapta Costas Canarias, un documento que permite conocer, por primera vez, lo riesgos a los que se enfrentan los entornos costeros de las islas si no se toman con urgencia las medidas de adaptación necesarias frente al cambio climático.

El informe PIMA Adapta Costas describe que las consecuencias ante la inacción climática podrían generar un aumento de las inundaciones episódicas con afectación directa a la población, daños en infraestructuras claves como vías de transporte terrestre y marítimo, reducción y/o desaparición de playas, reducción de hábitats y ecosistemas, y un incremento de la erosión en todos los litorales de las islas. El estudio del Gobierno de Canarias refleja que el alcance e intensidad de estos fenómenos (componentes de peligrosidad), se han proyectado para mediados y finales del presente siglo XXI sobre dos hipótesis climáticas, una de intensidad media (percentil 50% de subida del nivel del mar) y otra de intensidad alta (percentil 95% de subida del nivel del mar)”.

El trabajo realizado refleja que las pérdidas económicas vinculadas a procesos erosivos y de inundación costera pueden alcanzar un 11% del PIB actual en el peor escenario en 2100, destacando que un 75% de las pérdidas económicas directas corresponde a efectos de la erosión estructural o permanente sobre playas turísticas del Archipiélago. El escenario climático más negativo para 2050 podría afectar a 147 playas turísticas, con una pérdida total de superficie del 10,6%. En este sentido, se prevé que las costas de Fuerteventura y Lanzarote estarán sometidas a riesgos significativamente más elevados en 2050 y 2100. El estudio ha identificado 47 tramos de costa de alto riesgo acumulado en Canarias, que deben ser objeto prioritario de estudios de detalle y de planes de adaptación al cambio climático a nivel local.

“No hablamos de mitigación de gases de efecto invernadero o producción de energía limpia, hablamos de adaptarnos a los impactos climáticos ya presentes y que irán intensificándose. Olas de calor, subida del nivel del mar, Danas y tormentas tropicales, o severas, prolongadas y recurrentes sequías, son una realidad que nos debe hacer pensar y planificar. Estamos llegando tarde y el futuro de Lanzarote sí depende de esto”, comentan desde la NC-BC.

Por todo ello, los canaristas reclaman al Cabildo de Lanzarote que coordine con urgencia y con la máxima prioridad una Estrategia de Adaptación al Cambio Climático incluyendo un diagnóstico de los riesgos y vulnerabilidades que presenta la isla, y se diseñe una planificación a corto, medio y largo plazo de actuaciones en el litoral, con especial atención a los núcleos urbanos e infraestructuras esenciales.

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