"¡No la toquen, ésta era la casa de mi abuelo, no la abran!" Son palabras de indignación, de tristeza. Son llantos de una joven, que este viernes ha visto cómo la puerta de la vivienda de su familia era reventada con un mazo. El desalojo de la familia Medina de Berrugo se ha producido alrededor de las 10.20 horas, cuando hasta este lugar han llegado una agente judicial, dos policías locales de Yaiza y una procuradora. Con la ayuda de dos cerrajeros han destrozado las puertas con un mazo, han colocado candados nuevos y han entregado las nuevas llaves al director gerente de Marina Rubicón, Rafael Lasso Lorenzo, que ha presenciado parte del desalojo.
De esta manera, la familia Medina ha perdido una batalla legal con los promotores del puerto deportivo, que ha durado más de 15 años. Unas 100 personas han acudido hasta Berrugo para solidarizarse con la familia y para mostrar su rechazo a lo que consideran que es una injusticia. Este viernes, la resistencia de Berrugo ha llegado a su fin.
En cumplimiento del auto del Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife, que ordenaba su desalojo, los dos cerrajeros han comenzado a abrir las distintas puertas de esa construcción, la mayor parte de ellas a mazazos. Mientras las puertas eran reventadas se escuchaban los gritos de indignación de las personas que han querido solidarizarse con la familia. "Ladrones, injusticia, tiren también los hoteles ilegales", han sido las frases más repetidas durante este proceso.
Uno de los momentos más emotivos los ha protagonizado una joven, que se ha derrumbado cuando ha visto cómo destrozaban la puerta de la casa de su abuelo. "¡No la toquen, ésta era la casa de mi abuelo!", gritaba desconsolada. Otro joven ha tenido que arroparla y llevársela de este lugar.
"¿Dónde debo nacer?"
Antonio González, que nació en las viviendas de Berrugo, también se ha venido abajo cuando los cerrajeros han abierto la casa de su madre, Lucía Medina, que ha sido incapaz de acercarse a Berrugo. Antonio ha asegurado que el único delito de su familia ha sido nacer allí. "¿Dónde debo nacer? La próxima vez que nazca le preguntaré a Juan Francisco Rosa y familia dónde tengo que nacer. Me van a mandar nacer en las bodegas ilegales construidas en espacios protegidos de La Geria, o en el hotel Princesa Yaiza, con su sentencia en firme de demolición. Ésta es la justicia que tenemos", ha afirmado.
Mientras los cerrajeros iban abriendo las puertas, Antonio iba relatando quién habitó esas viviendas. "La que destrozan ahora fue hecha por mi tío Guillermo, que murió con 78 años. Tuvo aquí cuatro hijos. Nacieron ahí. También fueron ocupas, claro. Y tengo que seguir creyendo en la justicia?", ha ironizado.
Con las palabras de Antonio de fondo, otros lanzaroteños se han acercado a los policías locales y a los cerrajeros para recriminarles su actitud. "Al final ganan los poderosos, los que no paran de entrar y salir de los juzgados", indicaban.
Las palabras de Santiago Medina
La última casa que han abierto a la fuerza los cerrajeros ha sido la de Santiago Medina. Él no ha acudido este viernes a Berrugo y se ha disculpado a través de una carta, que ha sido leída por Pedro Hernández. En ella, ha agradecido la solidaridad del pueblo de Lanzarote y de los medios de comunicación, pero en ella también ha habido palabras de denuncia. Así, ha mostrado el rechazo a políticos, en especial, al Ayuntamiento de Yaiza, "personalizado en Honorio García Bravo, al Cabildo de Lanzarote "por mostrar ningún interés", y al Gobierno de Canarias, "en la persona de Adán Martín, que siempre nos daba largas".
Media hora después de que se produjera este desalojo, la mayor parte de los asistentes han abandonado Berrugo y los cerrajeros han procedido a poner candados nuevos a todas las puertas. Además, la agente judicial ha entregado las llaves al director gerente de Marina Rubicón, Rafael Lasso Lorenzo, que ha presenciado parte del desalojo y ha sido increpado por algunos de los presentes.
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