En el marco del encuentro astronómico de Canarias, César Piret, tomó posesión como miembro de la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote. El exceso de iluminación y el viento complican la labor de los astrónomos en la isla, pero aún h

Lanzarote mira al cielo

Si fuera un lugar al que se pudiera acceder libremente, fundamentalmente por la noche, el Parque Nacional de Timanfaya constituiría, sin duda alguna, un excelente observatorio astronómico. Así lo explicó en Radio Lanzarote ...

23 de julio de 2008 (06:42 CET)
Lanzarote mira al cielo
Lanzarote mira al cielo

Si fuera un lugar al que se pudiera acceder libremente, fundamentalmente por la noche, el Parque Nacional de Timanfaya constituiría, sin duda alguna, un excelente observatorio astronómico. Así lo explicó en Radio Lanzarote César Piret, astrónomo aficionado que recientemente tomó posesión como miembro correspondiente de la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote. Es uno de los integrantes de la asociación Amigos de la Astronomía que agrupa a una decena de personas a las que les gusta ver el mundo ?en realidad, el universo- a través de un telescopio. Lanzarote fue escenario, del 11 al 13 de julio, del Encuentro Astronómico de Canarias, que este año alcanzó su decimoquinta edición. Y en el marco de esta cita, que trajo a la isla a importantes profesionales y que reunió a medio centenar de astrónomos, César Piret pronunció la conferencia: "Estado actual de la astronomía. Reflexiones de un aficionado".

La pasión de Piret por estrellas, cometas y asteroides puede comprobarse a simple vista, pues tiene su propio observatorio, con cúpula incluida. No es el único en Lanzarote aunque reconoce que se trata de una afición minoritaria y que se practica, fundamentalmente, de forma individual: "Aunque contamos con una asociación, desgraciadamente somos pocos. Lo bueno es que, en la actualidad, en solitario se pueden hacer unos trabajos impresionantes."

Siendo prácticos, y dejando a un lado la imposibilidad de plantar un telescopio en el Timanfaya, César Piret señala que los lugares más adecuados para realizar observaciones son, entre otros, Femés y La Geria. Allí se puede combatir la contaminación lumínica, que dificulta la tarea del aficionado y que es cada vez mayor en la isla. "Desgraciadamente, Lanzarote está perdiendo esa oscuridad que tenía. Nos están llenando el cielo de farolas que lo único que hacen son iluminar las nubes, porque están mal diseñadas", sentencia.

El viento también se lo pone difícil a los astrónomos que deciden asomarse al universo desde Lanzarote: "No es que mueva el telescopio. Es que no te deja enfocar. Hace que vibre. En julio, con este viento, mejor irse a la playa que dedicarse a la observación".

La altura también es importante, en lo que a la observación astronómica se refiere. "Para observar, cualquier sitio oscuro vale. El problema que tenemos aquí es la baja altitud. Los observatorios se suelen poner en altitud para quitarnos la capa de inversión térmica, que es donde la atmósfera está más turbulenta, a 1.800 metros de altura. Todo lo que esté por debajo va a tener una turbulencia de la atmósfera que no nos vamos a poder quitar. Se puede disfrutar igualmente, pero no son las mejores condiciones", detalla el nuevo miembro de la Academia.

Vigilando el cielo

César Piret lleva muchos años disfrutando de lo que define como una afición muy bonita: "Por mirar tan lejos: poner el ojo en un telescopio, mirar a una galaxia que está a un montón de millones de años luz? y verla, también en el tiempo. Ahora mismo podemos mirar las galaxias que están en Virgo. Y la luz que estamos viendo, su luz, salió cuando los dinosaurios poblaban la Tierra".

Pero explica que no sólo se trata de ver. Cultivada la afición, surge la curiosidad científica. A satisfacerla ayudan cámaras específicas, como las que emplea Piret en su observatorio de Tías para realizar trabajos científicos. En concreto, este "vigilante del cielo" se dedica a hacer seguimientos de cometas y asteroides. "No los buscamos, porque es muy difícil, pero una vez localizados calculamos las órbitas y buscamos la posición exacta del objeto, si está recién descubierto, para que la órbita que se calcule sea lo más exacta posible y poder prever, por ejemplo, si se nos va a caer un asteroide encima".

Hacer ciencia desde casa

Precisamente hace unos meses se descubrió un asteroide que César Piret tuvo la suerte de observar el mismo día del descubrimiento: "Las medidas que yo hice las envié a la Unión Astronómica Internacional y con ellas modificaron la órbita. Se calificó como 'de riesgo de impacto con la tierra'. A mí me hizo mucha ilusión que mis medidas sirvieran para refinar la órbita. Lo que ocurre cuando se cataloga así un asteroide mucha más gente lo mide y cuando se refina la órbita al cien por cien ya se da uno cuenta de que las posibilidades de que impacte contra la tierra son ínfimas. Entonces se le quita esa catalogación".

Eso sí, sobre si se debe temer la caída de un gran meteorito, César Piret lo tiene claro y asegura que hasta 2036 no hay que preocuparse. Eso sí, afirma que, por probabilidades, alguno caerá. Tranquiliza pensar que son muchos los ojos que están puestos en el cielo para saber cuándo ocurrirá.

Cita con las Perséidas

Los Amigos de la Astronomía tienen su sede en el Hotel Lancelot, lugar donde se desarrollan las conferencias y actividades periódicas que organizan. A través de la página [www.academiadelanzarote.es->http://www.academiadelanzarote.es/] es posible conocer sus propuestas. Otra posibilidad es marcar en rojo el 11 de agosto en nuestra agenda. Esa noche, y al amparo de la oscuridad, será posible disfrutar de una lluvia de estrellas. Las lágrimas de San Lorenzo caerán con especial fuerza esa noche aunque la visita de las Perséidas empezará en realidad el 25 de julio y se prolongará hasta el 18 de agosto. "Los meteoros son muy débiles. Cuanta más contaminación lumínica haya, menos ves", explica César Piret, a la hora de recomendar a los lanzaroteños que busquen zonas oscuras para disfrutar de este espectáculo.

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