Finalizada la 84 edición Feria del Libro de Madrid, en la que Lanzarote se ha hecho un hueco por primera vez en su historia, "el balance no puede ser más positivo para el Servicio de Publicaciones del Cabildo y la asociación de libreros y editores Isla Literaria, corresponsables de gestionar la actividad", han indicado en un comunicado de prensa este viernes.
A lo largo de dos semanas y en una caseta bajo el rótulo Lanzarote, en la zona dedicada a los gremios, la isla ha mostrado la enorme variedad y calidad de la obra publicada en su territorio, que ha visto la luz gracias al apoyo institucional y a la existencia de siete editoriales de cuño local, que también llevaron al Paseo de Coches del Retiro una selección de sus catálogos.
Según ha señalado el presidente de Isla Literaria, Tomás Pérez-Esaú, "la satisfacción por los resultados de la colaboración con el Servicio de Publicaciones del Cabildo es máxima, y sienta las bases para continuar con la promoción de las letras lanzaroteñas en este y otros escaparates insulares y nacionales”. También tuvo palabras de agradecimiento al trabajo del fotógrafo y editor de Ediciones Remotas, Rubén Acosta, por la enorme tarea desplegada para que la travesía ferial llegara a buen puerto.
La tienda ha albergado las firmas de libros de 16 escritores y escritoras locales, desplazados a Madrid para respaldar la iniciativa y vivir la experiencia junto a las más de 350 comunidades, editoriales, librerías y entidades que se han sumado a esta edición. José Ramón Betancort, Concha de Ganzo, Rubén Acosta, Ignacio Romero, Violeta izquierdo, Víctor Bello, Myriam Ybot, Alexis de la Cruz Otero o Ismael Lozano son algunos de ellos.
La consejera del Servicio de Publicaciones, Ascensión Toledo, que acompañó a la expedición lanzaroteña en las primeras jornadas, considera que toda inversión en producción cultural fuera de los límites insulares es beneficiosa y genera un retorno de admiración y respeto en el imaginario colectivo. “Quien lea a Agustín Espinosa, a Ángel
Guerra y a Rafael Arozarena, pero también a Juan Gopar, a Marianna Amorim o a Inés Caraballo, por citar solo unos pocos ejemplos, compondrá la mejor imagen de nuestra geografía y nuestra sociedad, de su historia de resiliencia y esfuerzo, de manera más nítida, exacta y emocional que cualquier catálogo turístico y con un impacto mucho mayor”, asegura.