Según indicaba Espino la empresa "reconoce que el Cabildo tiene razón" y en la tarde del miércoles llegaron a un acuerdo por el que la compañía perderá 36 de las 862 camas del hotel, cuya construcción se encuentra en estos momentos parada por orden judicial. Además la compañía se verá obligada a renunciar a 47 plazas residenciales, que iban a ser construidas en dos parcelas, situadas entre el hotel Hesperia Playa Dorada y el Marina Rubicón en la localidad de Playa Blanca. Estas parcelas deberán ser dedicadas a zonas comerciales o de ocio. En cuanto al complejo de apartamentos, que ya está construido, la promotora no podrá aumentar su capacidad.
Carlos Espino aclaró que en virtud del acuerdo suscrito ente el Cabildo y la constructora, ésta se verá obligada a reconocer ante notario que no tiene derecho a construir camas turísticas hasta el 1 de enero de 2011, momento en el que finaliza la moratoria que limita la construcción de plazas turísticas.
La penalización supone la pérdida de un total de 83 camas turísticas para la empresa, el mismo número de plazas con las que cuenta el complejo de apartamentos que ya está construidos de manera ilegal. Por su lado las obras del hotel estarán paradas como mínimo cinco años más.
A cambio, el Cabildo se comprometió a cerrar el proceso judicial que mantiene con la empresa, uno de los tantos frentes abiertos que la primera institución tiene con el Ayuntamiento de Yaiza y con empresas promotoras por otorgar licencias de obras y construir camas turísticas respectivamente, pese a la moratoria vigente para frenar la construcción de complejos hoteleros y de apartamentos en la isla.
Carlos Espino se mostró satisfecho por el acuerdo porque "una vez más se demuestra que el Cabildo tiene razón".
