La sandía y la batata, dos de los tesoros que nacen del jable de Lanzarote

La singularidad de la agricultura de secano que protege el suelo del intenso sol hace que la tierra dé unos productos con una mayor concentración de sabor

30 de agosto de 2025 (18:57 WEST)
Actualizado el 30 de agosto de 2025 (21:50 WEST)
Cultivo de la batata en el jable de Lanzarote
Cultivo de la batata en el jable de Lanzarote

Si algo destaca en Lanzarote es la calidad de los productos que emanan de su tierra. La batata y la sandía son dos grandes ejemplos de cómo un cultivo de secano puede ofrecer el máximo sabor, todo ello gracias al jable y al rofe, que hacen de aislante al conservar la humedad de las escasas lluvias que caen en la isla.

En el caso del jable, es un tipo de arena organógena de origen marino que se ha formado a lo largo del tiempo por la trituración de conchas y algas calcáreas. Su presencia en Lanzarote es muy abundante. Tanto es así que existe la zona conocida como El Jable, un lugar con un alto valor ecológico que cruza toda la isla desde Famara hasta Playa Honda.

La agricultura tradicional que se ha practicado en Lanzarote desde siempre ha sido de secano, ya que en la isla llueve anualmente una media de 115 litros por metro cuadrado.

En este sentido, Ascensión Robayna, agricultora y colaboradora en la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) ‘El Jable’, explica que "hoy en día, en secano y obedeciendo a los sistemas tan tradicionales de cultivo, es poco significativa la agricultura que se está haciendo porque no ha llovido".

"Los recursos para poder cultivar las famosas batatas y sandías requieren que llueva un poco y, aparte, aportarles algo de agua, por lo que debemos cuestionarnos si estos productos son realmente producidas cien por cien en secano. No se trata de hacer una agricultura de regadío, sino de acompañamiento para simular una naturaleza que tuvimos para que sigamos conservando los suelos", continúa Robayna.

 

Un suelo singular

Los campos de Lanzarote están cubiertos de rofe o de jable, pero a lo largo de toda su orografía, el tipo de tierra que se encuentra debajo es la bermeja. Es decir, tierra fértil y cultivable. De esta manera, "los suelos están abrigados, ese es el secreto de Lanzarote", dice Robayna. Esto provoca que se mantenga la poca humedad existente y la fertilidad permanece.

De hecho, como cuenta la agricultora, "cuando se habla del cambio climático se hace pensando en cubrir los suelos y nosotros tenemos esa cualidad en la agricultura porque esta es posible gracias a esa protección que tienen los suelos".

Según explica, "con la cercanía de Lanzarote a África, las pocas lluvias y los vientos, nadie en su sano juicio podría afirmar que podemos producir nada, ni siquiera la viña, pero los agricultores de la isla pronto se dieron cuenta que la productividad aumentaba en las tierras que habían sido arenadas de forma natural".

Por su parte, el ingeniero técnico agrícola Teno Osorio, explica que el suelo de Lanzarote "es como una tarta, la capa superior está formada por el jable y la de abajo por la arcilla, cuanta más capa de jable tenga, más capacidad de almacenar agua tiene". Antiguamente, continúa, "los agricultores hacían catas de la tierra y cuando veían que tenía suficiente humedad, se plantaba". Además, para garantizar el descanso del suelo y que se acumularan las lluvias de varios años, se iban dejando barbechos

En el SAT El Jable se centran en fomentar la agricultura ecológica, algo vital para los suelos de Lanzarote. "En el caso de una isla tan seca como esta hay un problema, y es que cuando se usan productos químicos, se quedan en la tierra y no se lavan. En las zonas lluviosas sí que se lavan los suelos, pero aquí no, por lo que esto nos lleva a pensar en que el camino a seguir está en la agricultura ecológica", declara.

Ascensión Robayna en la recogida de un reconocimiento al SAT El Jable
Ascensión Robayna en la recogida de un reconocimiento al SAT El Jable. Foto: SAT El Jable

 

Un sabor único gracias al cultivo de secano

El extraordinario sabor de las conocidas como 'sandías de Soo', melones, batatas o las uvas se debe a esta agricultura de secano, lo que hace que se concentre mucho más los sabores de las verduras o frutas. "Una uva o batata regada tiene un montón de agua, tienen menos calidad, y si todo se concentra porque apenas llueve, eso se traduce en sabor", explica.

Sin embargo, para aumentar la calidad de los productos se necesita un agua de calidad que no vaya en contra del suelo y un uso racional de ella. "Se necesita muy poca, solo que emule la cantidad de agua que llovía en Lanzarote y que en los últimos años no se alcanza", detalla Ascensión Robayna.

Tal es la importancia y singularidad de los sistemas de cultivo de Lanzarote que la isla recibió en mayo de este mismo año el reconocimiento como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial, el cual pone en valor los tres sistemas agrícolas ancestrales de la isla: el enarenado natural de La Geria, el enarenado artificial del norte y el cultivo sobre arenas organógenas del Jable. Todos ellos fruto del conocimiento local y de la adaptación del ser humano a un entorno con condiciones climáticas extremas, marcado por la escasez de agua y los vientos alisios.

 

La sandía de Soo, la más codiciada

En el caso de la sandía, la variedad que se planta actualmente, sobre todo en la zona de Soo, es la Pata Negra, aunque antiguamente se cultivaba una variedad conocida como 'sandía moscatel'. Se trata de una fruta con forma de pepino, semillas negras muy grandes y en su interior presenta huecos de aire. A pesar de que tiene un sabor muy dulce, "comercialmente no es la que más gusta porque la gente cuando va al supermercado va en busca de la sandía más redonda posible y visualmente no es la más apetecible", señala el ingeniero.

Hace décadas, el cultivo de la sandía se realizaba en secano, pero el cambio climático ha hecho que en la actualidad las lluvias hayan disminuido en Lanzarote. Respecto a la batata, requiere menos agua que la sandía. "Si no tienes regadío, su cultivo es imposible porque hay agricultores que plantan sandías y han tenido cortes de agua durante dos o tres semanas y han perdido toda la cosecha", cuenta Osorio.

El éxito de esta fruta ha hecho que comiencen a surgir nuevas plantaciones en otros puntos de la isla aparte de Soo. "Hay un agricultor en Guatiza que está obteniendo unas sandías que se están convirtiendo en una rivalidad muy grande a las de Soo, aunque también hay agricultores de Tinajo que están plantándolas en arenados de forma ecológica y están espectaculares", desvela.

Asimismo, una de las cualidades que más destaca Teno Osorio de Lanzarote es la cantidad de horas de sol, ya que permite que las plantas hagan mucha fotosíntesis. "Esto hace que la planta transforme los nutrientes que absorbe en azúcares, por lo que se logra ese sabor tan característico y distinto", concluye.

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