El convento Santo Domingo la noche del pasado viernes acogió el concierto de 'Fado a Verdade: Un Homenaje al Fado'.
La voz solista, Beatriz Alonso enamoró al público con su voz aterciopelada en algunas de las canciones con tonos melancólicos, nostálgicos y también dulces, que estuvo arropada por sus compañeros durante todo el concierto. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teguise, Francisco Javier Díaz, le hizo entrega del cartel anunciador como recuerdo.
Con un primer disco editado 'Outro Fado', esta banda, única en toda Canarias, que levanta pasiones con su exquisito repertorio, sonido y puesta en escena, ha ido embargando al público en una gran emoción en escenarios o festivales como: la Casa de Colón, el Teatro Timanfaya o el Festival de Músicas Alternativas de Canarias.
'El Fado', expresión musical del alma de Lisboa, deja entrever el gran vínculo cultural que Portugal tuvo, en un pasado no muy lejano, con Canarias y la influencia que dejó en el Archipiélago, una huella que va mucho mas allá de la música.
Los componentes de 'Fado A Verdade', que cuentan con una gran experiencia en la fusión de distintos folclores (desde la música brasileña, canaria y afro-latinoamericana) a través del jazz y el World Music, defienden, en esta ocasión, el género desde un punto de vista más clásico y tradicional.
Canciones del rico repertorio musical e interpretación definida por las Escuelas de Lisboa y Coimbra, por la vieja y nueva visión del fado, que son llevadas a la voz de Beatriz Alonso y traídas a unas islas cuya música tradicional se fragua con aromas, entre otros, portugueses, como bien se aprecia en los Aires de Lima de Canarias.
La Palabra fado proviene del latín 'fatum', que significa 'destino'. Fado A Verdade acepta como destino el constante "eterno retorno". Una vez más, la Música de "ida y vuelta", inspira al artista cnario en su inventiva. Dicha creación no deja de ser reflejo de la idiosincrasia de un pueblo así como su oferta y demanda cultural.
La banda 'Fado a Verdade, debe su nombre al mítico velero palmero 'La Verdad', botado en La Palma en 1873 y cuya campana se conserva en el Muse Naval de La Palma.