"Mi amiga y su novio hicieron juntos un contrato de móvil el pasado agosto de 2010, pero con dos números de teléfono diferentes. Él se puso como titular de este contrato y ella como titular de la cuenta. Este chico falleció el pasado 6 de diciembre de 2010.
Mi amiga se dirigió a una tienda de Movistar dos semanas después de su fallecimiento y les dejó todo el papeleo. Resulta que fueron pasando los meses hasta que un día miró su cuenta y vio que le seguían cobrando lo correspondiente al número de su novio. En junio me pidió ayuda, sobre todo, con el idioma.
Yo hablé muchísimas veces con Atención al Cliente, con el departamento de Bajas y no hubo nunca una respuesta, hasta que volví a llamar y finalmente, según me dijo Movistar, dieron de baja al número de él el pasado 29 de septiembre del 2011.
Con esto ya se logró un gran paso, pero resulta que el día 14 de noviembre, mi amiga recibió una carta telefónica de una factura de su propio número, más la factura del número de su novio fallecido, pidiendo el importe de mantenimiento de la línea, correspondiente al periodo del 15 de septiembre al 15 de octubre.
Es decir, Telefónica le sigue cobrando y en pocas semanas va a hacer un año que este hombre falleció. No es tanto por el dinero, sino que mi amiga cada vez que ve una carta con el nombre del novio fallecido lo pasa muy mal.
Esto es una vergüenza, que una compañía tan grande haga actos como éste. Mi amiga ya no sabe qué hacer, porque si llamas al 1004 siempre te salen personas diferentes. Hay que explicarlo todo una y otra vez.
Y, en las sucursales de las tiendas, también te dicen que llames al 1004. Entonces, realmente no hay nunca nadie al que uno se pueda dirigir. Uno se cansa, mientras la compañía se forra a costa de los demás".