Una historia de acreedores y deudores

Lo malo de que a uno le deban dinero y no se lo paguen es que, encima, llega un momento en que tiene que pasar el incómodo trago de reclamarlo. Y por si fuera poco, la respuesta que a veces recibe es casi tan mala como la deuda ...

27 de septiembre de 2010 (15:08 CET)

Lo malo de que a uno le deban dinero y no se lo paguen es que, encima, llega un momento en que tiene que pasar el incómodo trago de reclamarlo. Y por si fuera poco, la respuesta que a veces recibe es casi tan mala como la deuda ...

Lo malo de que a uno le deban dinero y no se lo paguen es que, encima, llega un momento en que tiene que pasar el incómodo trago de reclamarlo. Y por si fuera poco, la respuesta que a veces recibe es casi tan mala como la deuda en sí. Y es que en estos casos, quien debería extremar las formas es el que mantiene la deuda, y no el acreedor, pero eso no siempre sucede.

Ése es el caso de lo que ocurre en el pleito entre el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Haría. Y es que al margen de todo el debate paralelo y todas las connotaciones políticas que pueda haber detrás, lo concreto es que la primera institución no ha cumplido con los pagos al Consistorio. Es decir, a todos los vecinos del municipio. Y lejos de intentar calmar los ánimos y hacer todos los esfuerzos para intentar minimizar el daño que está causando a las arcas del Ayuntamiento, el presidente, Pedro San Ginés, se ha enfrascado en una pelea abierta con el alcalde, José Torres Stinga.

Ahora, parece que la situación ha llegado a un punto sin retorno que no beneficia a nadie y que, quizá con más voluntad, se podría haber evitado. Pero el Ayuntamiento ya ha perdido la paciencia y ha decidido cumplir sus amenazas, reclamando por ahora la gestión de la Cueva de los Verdes. De momento, lo ha hecho con una carta dirigida a la consejera de los Centros Turísticos, pero en ese escrito ya advierte que el siguiente paso será en los tribunales, para pedir el desalojo si en diez días no llegan a un acuerdo.

Si realmente se llega a ese punto, la situación para el Cabildo podría ser más que complicada, ya que realmente, tanto la Cueva como los Jameos están a nombre del Ayuntamiento de Haría, por más que el presidente cabildicio pretenda reclamar la propiedad de los bienes o las obras que se hayan podido hacer allí dentro. Y en cualquier caso, será un pleito judicial en el que nada ganarán los lanzaroteños.

Hasta ahora, las consecuencias las han pagado los vecinos de Haría, ya que las arcas del Ayuntamiento están asfixiadas porque el Cabildo no cumple los compromisos de pago. Ahora, si se consuma la intención de llevar las reivindicaciones hasta las últimas consecuencias, el problema pasará a ser de toda la isla. Quizá entonces, la primera institución insular cambie su actitud y reconozca que ha cometido errores y ha fallado en las formas, como de hecho ya admiten algunos consejeros del grupo de gobierno, incluso de Coalición Canaria.

Y es que quien también va a salir perjudicado es el propio partido nacionalista. Porque aunque ha intentado mantenerse al margen, no puede evitar verse salpicado por lo que se ha convertido en una guerra abierta entre el presidente del Cabildo y uno de los hombres fuertes de CC en Lanzarote, que incluso llegó a ocupar la presidencia de la formación en Canarias.

El problema es que reconducir ahora la situación va a ser realmente complicado, y desde luego no basta con que el Cabildo diga que está dispuesto a "dialogar", o que siempre ha habido una silla esperando al alcalde. Básicamente, cuando uno debe dinero, lo que tiene que hacer es pagar, o pedir disculpas por el retraso y ofrecer alternativas de pago en unos determinados plazos. Pero eso se tiene que hacer desde el principio, y no después de un año de pulso, en el que lo único que han hecho es caldear aún más el ambiente, abriendo debates sobre la titularidad de los centros o amenazando con retirar o rebajar el canon que se paga a los ayuntamientos.

Desgraciadamente, desde hace años, los Centros Turísticos han dejado de ser el referente que eran y se habla más de ellos por las deudas millonarias, la mala gestión, los conflictos laborales y los tira y afloja con los ayuntamientos implicados. Y si el Cabildo no es capaz de poner freno a esa espiral, o al menos de no alimentarla más, quizá lo mejor sí sea que se haga a un lado y renuncie a la gestión.

En contra de lo que decía esta semana el presidente del Cabildo en Radio Lanzarote, esta no es una historia de "agresores y agredidos", sino de acreedores y deudores. Y por el bien de los Centros Turísticos, del Cabildo y del Ayuntamiento de Haría, sería bueno intentar reconducir el debate cuanto antes.

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