¿Cómo, cuándo y por qué comenzaron a definirse los dos primeros ejes clásicos de la ideología? Pues lo que empezó siendo solo el reflejo de una coyuntural ubicación espacial en la Asamblea Nacional francesa de 1789, izquierda y derecha del salón de sesiones, ha terminado siendo una concepción global y local sobre cómo pensar y actuar. Por ello no es sencillo comprender la situación a medio plazo de Canarias.
Vivimos tiempos de una creciente desafección política auspiciada por una crisis económica que comenzó por el lejano 2008, y que desembarcó en un fraccionamiento del tablero político con los movimientos y nacimientos de nuevas formaciones políticas en 2015, que ponían de manifiesto que distintas ideologías cogían fuerzas para combatir el bipartidismo a través de nuevas ideas, valores y concepciones sobre la gestión del erario público. Visto lo visto, papel mojado.
La ideología es la piedra angular sobre la que nace la política. Sin ella nunca hubiese existido. Una ideología, en este sentido, es un sistema de pensamiento que se compone de un conjunto de ideas o principios sobre los que se fundamenta una manera particular de ver y abordar la realidad. También es un conjunto de sentimientos que interactuando con la forma de pensar y entender desde la óptica individual el funcionamiento colectivo, se articulan en herramientas de cambio y transformación, o sea, partidos políticos.
Una premisa acerca de la función de las ideologías, es que mediante ellas es cuando se producen los cambios, mientras que, cuando se carece de ellas, no hay cambio posible. Ahora traslademos esto a Canarias, a lo local, y al futuro del concepto de la gobernabilidad.
Canarias ha quedado como un hervidero anti-natura de los clásicos partidos políticos de ideologías claramente diferenciadas, de formas de entender lo local y global muy distintas y con esos nuevos partidos políticos que nacieron por el mal hacer de los clásicos, con sus tesis de pureza ideológica y principios inquebrantables que se han abrazo de forma sorprendente con el mero hecho de asentarse en instituciones, como si esta quimera fuera baladí, como si las instituciones no fuesen los motores del bienestar de los ciudadanos.
Me resulta muy difícil de entender cómo formas de entender la gestión y el desarrollo local, insular y nacional van a ponerse de acuerdo.
El pacto formado por el PSOE y el PP en el Cabildo de Lanzarote, sorprendente cuanto menos, resultará difícil de entender para el ciudadano cuando por ejemplo haya que aprobar el Plan General de Ordenación Territorial. ¿Cómo van a ponerse de acuerdo, cuando llevan años criticando la forma de entenderlo el uno y el otro? ¿Qué harán dos partidos contrarios a la hora de entender y distribuir el territorio?, ¿O lo paralizaran de nuevo?
Y en el Ayuntamiento de Arrecife, PP, PSOE, NC Y SOMOS LANZAROTE, ¿van a llegar un acuerdo en el Suelo de Ginory, o en la expropiación de suelo en el Islote del Francés?
Si miramos a Fuerteventura, ¿cómo van a hacer en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario PSOE, AEPR, NC, PODEMOS y CIUDADANOS (estos partidos de pulcritud ideológica) para la gestión de la institución? ¿Piensan igual PODEMOS y CIUDADANOS en materia de igualdad, de derechos sociales, de criterios LGTBI?
En el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, y en el Cabildo insular, después de las mociones de censura de PSOE, CIUDADANOS Y PODEMOS, ¿Serán capaces de aprobar los presupuestos, el plan general, la concepción y gestión económica de las sociedades de desarrollo?
Y en el Cabildo de La Palma, PP y PSOE, nuevamente con una moción de censura, con un presidente y consejeros tránsfugas, ¿llevarán el peso de una isla de 80.000 habitantes a buen puerto? ¿No se supone que el PSOE no gobernaba con tránsfugas?
Y en Gobierno de Canarias, PSOE, NC, PODEMOS Y ASG, ¿serán capaces de articular un gobierno que legisle con sentido común, que garantice la gobernabilidad y gobernanza? ¿Y qué dirá ahora PODEMOS de la Ley del Suelo?, o ¿será ASG quien no le importe que se la toquen? ¿No se supone que estos partidos no gobiernan con imputados?, ejemplos hay varios en todos estos pactos locales e insulares.
No se puede entender la política sin la ideología y los partidos políticos no pueden darle la espalda a sus estatutos, a sus afiliados, a sus votantes para con la aritmética democrática hacer que todo valga. Porque cuando se hace esto, quien sufre la paralización local, el retroceso y la inacción son los ciudadanos de Canarias. Esto no me gusta.
En definitiva, me preocupa mucho la situación de Canarias, me preocupa el desasosiego y la compra-venta ideológica. PSOE, PP, PODEMOS, CIUDADANOS Y NC han vendido su identidad, el ser por el que nacieron. La reflexión deben hacerla ellos.
*David Toledo Niz, secretario General de los Jóvenes Nacionalistas de Canarias