Tercer sector, el gran olvidado

21 de septiembre de 2021 (10:35 CET)

Tras un año y seis meses de pandemia sanitaria con grandes consecuencias sociales, y en plena crisis migratoria, ahí sigue trabajando nuestro tercer sector.

ONGs que durante los últimos años han visto cómo se han mermado sus recursos, y que desde antes de la pandemia han tenido que sobrevivir con muchas dificultades sin subvenciones, fondos económicos y recursos humanos. Para Lanzarote, nuestro tercer sector nunca fue prioritario.

Llega 2020 y la Covid-19, y nuestras ONGs, desde la más grande a la más pequeña, han sabido dar respuesta a las situaciones sociales y sanitarias con urgencia. Mientras, las administraciones públicas han permanecido sumergidas en la burocracia que dilata una rápida actuación.

En los colectivos sociales se implican un gran número de voluntarios que, tras realizar su trabajo remunerado, se ponen su segundo uniforme y realizan el servicio que sea necesario, desde dar comida hasta llevar medicinas al domicilio en situaciones de cuarentena. Porque estas ONGs, que para Lanzarote nunca fueron importantes, han sido las que han sostenido la carga asistencial urgente y las emergencias sociales de las personas que lo necesitaban. Y Aunque no hayan llegado a todas las personas, siempre han intentado dar una respuesta lo más inmediata posible aún a costa de muchas horas de trabajo y esfuerzo.

Porque cuando nuestras administraciones públicas tenían que ser las primeras en poner los recursos y medios para cubrir las necesidades sociosanitarias de la población, no han sabido o no han podido hacerlo. Y ahora, desgraciadamente, sí parece importante nuestro tercer sector. Ahora sí reconocemos su trabajo, pero ¿hasta cuando?

Considero que necesitamos un tercer sector debidamente financiado y no debilitado por dejadez y ahorro de dinero. Allí donde la administración pública y los familiares no llegan, llegan las ONGs. Necesitamos que el tercer sector sea no sea sólo reconocido, sino valorado y fortalecido.

Para ello, Canarias debe adherirse de una vez por todas al convenio estatal del Tercer Sector con el fin de que las ONGs desarrollen su actividad sin temer a su cierre.

 

Por Daisy Villalba, trabajadora social y miembro de Nueva Canarias en Lanzarote.

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