El PP se despide de Génova para saludar al futuro

16 de febrero de 2021 (17:05 CET)
Actualizado el 16 de febrero de 2021 (17:05 CET)

Tras la reunión, este martes, del Comité Ejecutivo Nacional, Pablo Casado, presidente del Partido Popular, anuncia, entre otras cosas, que el partido abandona la emblemática sede nacional de la calle Génova en Madrid por estar la misma en tela de juicio en sede judicial. Sin duda es una ingeniosa forma gráfica de pretender romper con el pasado de corrupción. De manera incuestionable, ello, romper con ese pasado de corrupción,  parece del todo necesario para volver a ser la necesaria alternativa de Gobierno en España. Así lo hizo el PSOE en 2000 al elegir como nuevo líder a José Luis Rodríguez Zapatero para librarse del lastre de la corrupción en la época de Felipe González que significaba José Bono. 

Romper con el PP de la corrupción:si, pero sin renegar del pasado glorioso liderado por José María Aznar de 8 años de gobierno y la mayoría absoluta de 2000 con 183 diputados. Renegar tampoco del gobierno de Mariano Rajoy con la mayoría absoluta de 186 diputados en 2011, aunque luego se destapara la corrupción que llevó a la cárcel al vicepresidente económico de Aznar, Rodrigo Rato. Romper con aquella corrupción no va a ser fácil solo con paños calientes. Entre otras cosas porque, después de la etapa de Aznar, el PP se ha caracterizado por comunicar mal, todo lo contrario de como lo hace tradicionalmente en España la izquierda, y también Vox. 

Viniéndonos a Canarias, y aunque el PP tiene su necesario y razonable nivel de autonomía en cada territorio, la dirección nacional debe alentar el Archipiélago la imprescindible reconstrucción del partido con un verdadero liderazgo y no que esté en manos de retales del importante liderazgo que ejerció José Manuel Soria. Cuando en 1999 el PP de Canarias entregó su liderazgo al entonces joven (41 años) alcalde de Las Palmas, sus dirigentes, renunciando a medrar, protagonizaron un acto de altura de miras y de generosidad. 

Es eso lo que le toca hacer ahora a quienes llevan las riendas del PP en Canarias, o mucho me da que corre el riesgo de sufrir el sorpasso de Vox en los próximos comicios autonómicos de 2023. 

En Lanzarote, aunque nunca he sido de la línea de Astrid Pérez, ni tampoco ella ha querido nunca contar conmigo, no creo que existe alternativa alguna a la actual dirección insular que ella ejerce. Ello no quiere decir que me parezca buena la acción política del PP de Astrid en Lanzarote. Por ello, también en Lanzarote veo, cada vez con más nitidez, la posibilidad de un sorpasso de Vox sobre el Partido Popular, aunque solo a nivel de elecciones al Parlamento de Canarias.

 

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