Arrecife merece ser una ciudad para la gente, una ciudad ordenada y planificada pensando en la convivencia y en el bienestar. Una ciudad en la que las calles sean un espacio habitado, un escenario de la vida en común. Hay que recuperar urgentemente los espacios de convivencia, los lugares todos y todas, la vida de las plazas, de las avenidas y de las calles. Hay que crear arbolados y sombras, espacios amables, lugares para hablar. Una ciudad segura, en la que las mujeres puedan «volver solas», los niños caminen hasta la escuela y los ancianos posean sus bancos al sol.Hablemos de una ciudad con futuro hablando del futuro de la ciudad.Que Arrecife sepa hacia dónde camina, por encima de los caprichos de quienes gobiernen en cada momento.
Oímos, especialmente a los que presumen de querer conservar nuestro territorio, hablar de urbanismo y sostenibilidad como si fueran mantras vacíos. Ha sido la falta de ordenación y planeamiento la que ha permitido a los dirigentes de nuestra ciudad a lo largo de la historiatomar decisiones contradictorias, caprichosas y, sobre todo, sin criterio. Debemos reconocer que en muchos casos Arrecife da la imagen de un conjunto de parches, ideas y proyectos encajadas sin acierto en un puzzle sin armonía ni estética. Debemos recuperar la belleza de Arrecife, porque como ciudadanos queremos disfrutar de lugares hermosos.Cómo es posible que bajo la máscarade la defensa del territorio se haya propiciado la construcción de una ciudad desordenada, con malas comunicaciones y carente de servicios adecuados para sus habitantes. Dejemos de usar el planeamiento y el urbanismo como armas arrojadizas. Usémoslas como lo que son, herramientas para una vida mejor.
Trabajamos por una Arrecife que aproveche su suelo como un bien escaso, que dote y cualifique sus espacios libres como zonas de esparcimiento y disfrute para los vecinos. Apostamos por el crecimiento en altura, que consume menos suelo y facilita la movilidad, que racionaliza el gasto y genera menos desgaste. No podemos seguir derrochando suelo. Como insulares sabemos bien qué significa eso. Volvamos a una ciudad en la que resulte atractivo salir a la calle. Una ciudad amable, con espacios de convivencia y servicios públicos accesibles y eficientes.
Arrecife cuenta con piezas de suelo imprescindibles para su desarrollo que no pueden seguir siendo protagonistas de esa vieja película de la dejadez. El Francés, Ginory o los espacios de la Medular deben ser ordenados de tal modo que formen parte la ciudad y del sentimiento de pertenencia de sus gentes. Reconozcamos de una vez los derechos de sus propietarios y postulemos modelos de desarrollo que permitan su disfrute total o parcial por parte de la ciudadanía.
Arrecife debe recuperar su historia vinculada al mar y a sus actividades tradicionales. Volvamos hacia los vestigios de lo que fuimos a partir de usos libres: la industria de la sal o la pesca y su industria conservera. Negociemos con la propiedad de esas joyas de nuestra historia para recuperar retazos de la vida de la capital, pero utilizando las arcas municipales desde el equilibrio.
Aún una cosa más: Arrecife es más que su marina y su centro, Arrecife es también sus Barrios. Es necesario un plan que integre de nuevo a los barrios en la ciudad. Barrios planificados y dotados de todos los servicios.Contamos cuelo privado por ordenar que debe permitirnos, a través de cesiones a lo público bien dimensionadas, generar redes de servicios públicos que garanticen la movilidad y la accesibilidad de los vecinos en igualdad de condiciones.
El Urbanismo y el Plan general son las herramientasque permitirán dotarnos de las infraestructuras y servicios de las que, como ciudad, seguimos careciendo. Arrecife necesita de servicios sanitarios, educativos y culturales: la respuesta está en la estrategia y el plan, para poder decidircómo, dónde y cuándo deben desarrollarse. La carencia de vivienda, de centros sanitarios y educativos o espacios de ocio son consecuencia de la falta planeamiento. El Ayuntamiento está obligado a solventar esos problemas, y para ello debe hacerse con el suelo necesario y las estrategias adecuadas.
Arrecife necesita de Ordenanzas estéticas y de conservación de las fachadas y el patrimonio que, junto a líneas de subvención que lo faciliten, contribuyan en la recuperación para la ciudad dela estética armónica que caracteriza a la Isla de Lanzarote. Paredes blancas, fachadas enfoscadas, cables ordenados, aceras amplias y sin socavones y criterios constructivos que hagan reconocible la ciudad desde que entramos en ella.
En definitiva, debemos trabajar para desarrollar una ciudad amable, ordenada y «parejita». Recuperemos la esencia del Arrecife cuidado de nuestros abuelos. Ordenemos Arrecife, planifiquemos una ciudad para los arrecifeños. Hagámoslo: LANZAROTICEMOS ARRECIFE
Por Echedey Eugenio, Candidato de Coalición Canaria a la Alcaldía de Arrecife