Después de unos días muy complicados que han requerido de todos nuestros esfuerzos para poder organizar el retorno de nuestros turistas a sus lugares de origen, podemos decir que a día de hoy Lanzarote está cerrado turísticamente.
Puedo decir que en términos generales la operación retorno ha sido un éxito pues, hasta el pasado viernes día 27 y en un plazo de 10 días, pudieron salir de la isla más de 45.000 turistas. Estimamos que en Lanzarote puedan quedar apenas entre 400 y 800 turistas, la mayoría de los cuales son clientes de larga temporada que se encuentran alojados en los denominados "alojamientos de guardia" de la isla (4 establecimientos turísticos: Apartamentos El Guarapo, Bungalows Famara, Nautilus y Villas Rubicón, además de 3 Viviendas Vacacionales: La Bahía Azul, Villa Victoria y Playa Alhambra II); si bien, tras la última aclaración del gobierno, podrán también permanecer abiertos aquellos pocos establecimientos en los que aún puedan quedar turistas alojados, a la espera de su salida. Dentro de esa cifra, calculamos que un número apenas representativo de turistas, que tenían previsto disfrutar de toda la temporada de invierno entre nosotros, se encuentran dispersados en casas rurales o vacacionales.
No cabe duda que ha sido crucial el trabajo, la implicación y la coordinación de todos. En este sentido, tengo que agradecer y destacar el estrecho contacto y la fluida coordinación entre el Cabildo y las entidades turísticas de Lanzarote y de Canarias con el fin de identificar a los clientes alojados y sus nacionalidades para concentrar y trasladar esa información a las compañías aéreas y turoperadores a fin de que programaran sus operaciones, habiéndose así conseguido realizar una salida escalonada, no exenta de dificultades, en tan poco tiempo. Desde estas líneas quiero dar las gracias a la Federación Turística de Lanzarote y ASOLAN, a AENA Lanzarote, a las empresas de handling Swissport y Aviapartner; al ISTAC, Promotur, la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias y, por supuesto, al equipo de profesionales de Turismo Lanzarote que desde el minuto cero se han puesto en primera línea para afrontar esta crisis sin precedentes.
También destacar el papel desempeñado por los Gobiernos de nuestros principales mercados emisores que han organizado en poco tiempo vuelos charter, especialmente el alemán, británico, italiano, francés y de los Países Bajos. Ha sido un gran trabajo de las embajadas y consulados, cuyo personal ha atendido diligentemente a sus ciudadanos, ofreciendo constante y continua información de las operaciones de rescate que se iban programando.
Vaya además mi reconocimiento a todos los trabajadores del Aeropuerto y de todos los establecimientos alojativos de la isla, magníficos profesionales que han dado la talla hasta el último día en que se ha mantenido operativa la Terminal 1 y hasta el último momento del cierre de los hoteles, atendiendo a sus clientes en todo lo que podían necesitar, les aseguro que a veces en momentos muy complicados.
Y cómo no, también tengo que agradecer el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de las Policías Locales, de los efectivos de Seguridad y Emergencias, de Protección Civil y otras ONGs que han estado ahí siempre, colaborando y garantizando la seguridad de todos.
Ha sido un gran trabajo y entre todos han demostrado que Lanzarote sigue siendo un destino maduro y de primer nivel. Esta pandemia nos requiere cerrar nuestras puertas al tráfico aéreo (de momento únicamente tenemos 3 conexiones semanales con Madrid y 2 con Barcelona, e incluso se podría restringir aún más), y nos obliga a confinarnos en nuestras casas, pero lo hacemos con la esperanza y el deseo de que más pronto que tarde podamos superar cuanto antes esta crisis que nadie esperábamos, sabiendo que todo este esfuerzo y este sacrificio habrá merecido la pena cuando la isla vuelva a llenarse de vida y dinamismo, y el turismo vuelva a ser el gran motor económico de nuestra isla.
Por parte de Turismo Lanzarote, la maquinaria no parará y ahora más que nunca toca rediseñar nuestras estrategias, proseguir con nuestra labor en estas circunstancias tan excepcionales y redoblar esfuerzos para mantener viva la llama de Lanzarote en los corazones de los cientos de miles de europeos que todos los años nos eligen para pasar sus vacaciones.
Desde aquí no quiero dejar pasar la ocasión para apelar a la responsabilidad y el buen hacer de los turoperadores europeos, grandes empresas que han demostrado siempre estar a la altura de las circunstancias más difíciles y que hoy más que nunca deben actuar con un comportamiento serio y ejemplar hacia nuestros hoteleros, demostrando así que, únicamente con el apoyo mutuo entre todos, la industria turística en su conjunto podrá salir adelante.
Solo me queda decirles a todos nuestros turistas que Lanzarote no les dice adiós, sino solo hasta luego. Y tengan por seguro que esta maravillosa isla, única en el mundo, cuando haya pasado todo esta situación de emergencia sanitaria, les volverá a recibir con los brazos abiertos y con la hospitalidad de la que siempre ha hecho gala toda la población lanzaroteña.