Míster chef Tezanos, el estrella del CIS

1 de marzo de 2019 (21:12 CET)

Qué lejos en el tiempo queda la época de no poder contrastar, la de la limitación, la de la censura del Estado y la de cuando había dos canales en blanco y negro en la televisión. Hace 50 años empezaban aquellas "Galas del Sábado" o el "Un, dos, tres? responda otra vez", focos hipnotizantes para millones de españoles que solo podían elegir entre aquella increíble novedad o el otro canal, el UHF en el que nada más que había unas pocas horas de telediario propagandístico y teatro, esto último todo sea dicho, a través de las alucinantes y míticas maravillas "Primera Fila" o "Estudio 1".

Las mentes de los españoles de finales de los 60 estaban condicionadas por la monográfica televisión y la oprimida radio, siendo los escasos espacios de entretenimiento que ofrecían aquellos medios pequeñas válvulas de escape que fascinaban y proporcionaban píldoras de felicidad colectiva. Sin embargo, en 2019 hay concursos televisivos de todo tipo que persiguen básicamente el mismo entretenimiento 5 ó 6 décadas después, aunque ahora con una variedad inabarcable y libertad incomparable, de tal forma que los hay de compatibilidad sexual de perfiles frikis, de experimentos sociológicos distópicos orwelianos en recintos cerrados o de supervivencia en islas tropicales, de descubrimiento de talentos, de promoción de voces, de imitación de artistas consolidados, de alta costura y hasta de gentes que intentan ser grandes cocineros partiendo de no saber cocer un huevo.

A diferencia de la última etapa de la dictadura de Franco, los españoles de hoy disponemos de una oferta, incluyendo la que nos ofrece internet, antagónica a la que tenían quienes nos precedieron solamente 6 décadas atrás. Actualmente vivimos en la era del contraste, de la variedad y de la posibilidad de objetivizar cuanto hacemos y cuanto nos llega por cualquiera de los múltiples canales que nos rodean. Y, de repente y en medio de tanta libertad, aparece el CIS de Tezanos.

Es sorprendentemente anacrónico que, en medio del momento de mayor capacidad de acertado criterio vivido en España, llegue un organismo público, financiado con el dinero de todos, y trate de alterar la intención de voto manipulando la opinión de los españoles, como si fueran marionetas. El panorama es inquietante, el gobierno de España de 2019 haciendo exactamente lo que hacía el dictador Franco: influir y dirigir las conciencias y voluntades del pueblo español.

Así, el CIS predijo el 14 de noviembre de 2018 que VOX tendría un resultado del 3,17% en las autonómicas andaluzas del 2-D, y realmente obtuvo el 10,97%. Y así, el CIS ha predicho ayer jueves 28 de febrero, dos meses antes de las generales, que VOX tendrá un resultado del 5,9%. Aunque lo que no ha considerado el CIS es la madurez de los españoles y que entre la manipulación de hace 60 años y la que ahora hace Tezanos resulta que en la actualidad identificamos rápidamente al manipulador y lo que pretende, que no es otra cosa que evitar la empatía masiva con VOX, disimular el tsunami sociopolítico que representa y minorar desesperadamente el seguro 26% que obtendrá Santiago Abascal el 28 de abril y la correspondiente victoria electoral en votos y escaños. Por cierto, ese 26% lo obtengo transfiriendo el escenario de la absurda predicción del CIS del 14 de noviembre y el resultado electoral del 2-D a la actualidad; seguidamente tomo el también absurdo dato del CIS del 28 de febrero y lo proyecto al 28-A con la misma proporción matemática del escenario andaluz más un factor de corrección al alza del 30%, respondiendo esto último al espectacular e incesante incremento de atractivo que vive VOX a medida en que las semanas y los meses pasan, sin alejarme de la media demoscópica actualizada al día de hoy.

Pero, la auténtica diferencia entre la España de 1960 y la de 2019 es que en la segunda nadie se traga un burdo intento de manipulación, con el agravante para el manipulador de que, siendo descubierto, como evidentemente lo es, va a sufrir el efecto contrario que bastardamente persigue. En resumidas cuentas, si bien es verdad que nadie puede llegar a la categoría de un chef estrella Michelín en dos meses, partiendo de cero, aunque haya algunos que se lo traguen, también es cierto que nadie se puede tragar los platos que cocina el Sr. Tezanos, aunque la receta y los ingredientes los proporcione el PSOE de Pedro Sánchez. De hecho, lo que están consiguiendo sin lugar a dudas estos inútiles manipuladores es hundirse en su propia ignominia. El tiempo, ya muy escaso, me va a dar la razón y todos vamos a ver un histórico punto de inflexión en España.

 

Por Sigfrid Soria

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