De la manifestación del 20A saldremos mejores

18 de abril de 2024 (10:10 CET)

La manifestación convocada este sábado pretende, aparte de ser la más grande de la historia de Canarias, provocar un cambio de paradigma en el modelo socioeconómico del archipiélago que mejore la vida del pueblo canario.
Cuanto más se acercan las 12 del mediodía del sábado 20 de abril, más estrategias de defender lo indefendible leemos en prensa y redes sociales. Unos culpando a la oposición de organizar la manifestación, los otros haciendo como que lo de las protestas no va con ellos, que no eran gobierno hace cuatro días. También hay quien dice que todo esto lo organizan unos vagos y que bendita invasión pacifica que tenemos en Canarias mientras hablan de la vaca que da leche o no
se qué metáforas más. Y por supuesto, la turismofobia salta a la palestra como herramienta de criminalizar cualquier protesta.

Está claro que son estrategias de comunicación estudiadas, con más o menos acierto, las cuales, muy a su pesar, ya solo convencen a sus convencidos.

Llevan años hablando de “crecimiento turístico sostenible”, cuando el desarrollismo, y más en un archipiélago, nunca puede ser sostenible. Que si “turismo de calidad” asociado al poder adquisitivo del turista, cuando estos ya se sabe que son los que más recursos e infraestructuras requieren, y gastan tan solo en guetos elitistas. Se habla hasta de que la ampliación del muelle de Playa Blanca para recibir cruceros lo va a convertir en el primer muelle sostenible de Canarias, el
chiste se cuenta solo, el turismo de cruceros es el más contaminante y que más impacto socioambiental provoca. Y disparate tras disparate y relato tras relato sin ponerse rojos ni un segundo.

Cabría recordarle al señor de la vaca que se le olvidó transmitirle a la ciudadanía que habrá un día que la vaca no de más, que ese día no queda muy lejos y que a esa vaca la dejarán morir mientras buscan un nuevo ternero.

Me viene a la cabeza un video de Cesar Manrique que decía, mientras volcaba una copa de cava negando un brindis simbólicamente, “maldigo a los especuladores y a toda la gentuza que está llegando para enriquecerse a corto plazo destruyendo esta isla”. Yo añado, “y a los que lo permiten”.

La manifestación convocada este sábado ilusiona especialmente porque va a ser transversal, va de ciudadanía, desde las asociaciones ecologistas hasta la gente de las murgas, desde las kellys hasta la fundación Cesar Manrique, desde sindicatos hasta humoristas, va de reivindicaciones de la gran mayoría de la sociedad canaria que ya no aguanta más. Va a ser una muestra de una sociedad civil fuerte y con ganas de decir que ya estuvo bueno.

Toca pensar en el día después del 20A y ser optimistas, no solo por el cambio de modelo productivo que se viene, sino por la oportunidad que se nos brinda de aprender de estos errores.

La particularidad de vivir en islas con recursos muy finitos ha hecho que salten las alarmas mucho antes que en otros territorios, y gracias a esto igual llegamos a tiempo, pero toca actuar ya.

El archipiélago se debe convertir en un laboratorio de innovación donde la gestión dependa de profesionales con una perspectiva estrictamente ética cuyos objetivos sean las necesidades de la población y la clase trabajadora, y no las necesidades de la patronal. Se debe romper con este monocultivo que pone en peligro constante a la sociedad canaria y pensar en esa diversificación del modelo productivo que nos convierta en un pueblo soberano. Que esa transición
socioecológica que se viene acabe con la precariedad y ataque a la desigualdad haciendo una Canarias más justa socialmente.

La sociedad canaria saldrá mejor de la manifestación del 20A, sin ninguna duda. Todos a la calle con la cabeza alta el sábado.

Como dijo Cesar Manrique sentado en el jardín de lo que hoy es su fundación, “siempre hay una esperanza de gente con fantasía, de buena voluntad y con entusiasmo para poder salvar lo que nos queda”.

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