Recordar al lector no familiarizado con la ciencia de España que la personalidad a la que me refiero es considerada como “Padre de la Física española” y lo es, por su labor en muchas facetas, como profesor, académico, investigador, divulgador y escritor. Impulsado desde sus comienzos por el colosal científico Santiago Ramón y Cajal a través de la Junta de Ampliación de Estudios, salió de España y contactó con los primeros espadas como Einstein, Marie Curie y muchos otros para aprender de ellos y luego volver a España a seguir trabajando haciendo escuela. Así lo hizo en 1912 y tan solo 11 años más tarde, en 1923, el propio Albert Einstein Nobel en ese año visitó por primera y única vez España, donde recibió los honores de varias instituciones y del Rey, actuando como anfitrión su amigo y colega Blas Cabrera.
En 1919, Marie Curie, doble Premio Nobel, era igualmente recibida en Madrid con Cabrera como anfitrión, para escuchar la historia de su entrega a la ciencia y a salvar vidas humanas, con la novedosa técnica de los rayos X, que la llevaría una década más tarde a la tumba por sobreexposición a la radiación. Recordaba mi padre Luis Cabrera Sánchez el paso por su casa en Madrid de algunos de los grandes de la Física como Sommerfeld, Bohr o Einstein, con alguna velada musical en la que su madre, María Sánchez Real, acompañaba al piano a Einstein al violín. Los frecuentes contactos con las personalidades científicas de la época le valieron un reconocimiento internacional y además colocaron a España en el mapa científico europeo, especialmente a partir de 1926 cuando la Fundación Rockefeller decidió apostar por Blas Cabrera con una inversión de 420.000 dólares de la época, dando lugar al nacimiento del Instituto Nacional de Física y Química, junto a la actual sede del CSIC en Madrid. En 1928 es designado miembro de la academia de Ciencias de Francia y miembro del Comité Científico de los congresos Solvay, desde el año 1928 a 1933, considerados los congresos de Física más importantes de la Historia. En ellos se debatieron algunos de los problemas más importantes relacionados con la estructura de la materia y la Física Cuántica, que marcaron la revolución más importante del pensamiento científico, precursora de la nanotecnología que hoy nos rodea, en un esfuerzo colectivo que aún continúa.
La precisión y metodología de los resultados experimentales de Blas Cabrera y sus colaboradores del Instituto Rockefeller fue determinante para que el posterior Nobel de Física, Van Vleck, pudiera finalmente sentar las bases cuánticas del Magnetismo de la materia como hoy lo conocemos. A comienzos de la década de los 30, Albert Einstein se ve forzado a refugiarse en USA huyendo del terror Nazi, preludio del tsunami que originaría el éxodo colectivo de genialidades jamás producido en la humanidad: Primero en España entre 1936 y 1939 para seguir con la Segunda Guerra mundial hasta 1945. Blas Cabrera se ve obligado a exiliarse a Francia en 1937 donde se mantiene gracias a un modesto sueldo como secretario del Instituto de Pesas y Medidas, hasta que el régimen le obliga a renunciar al cargo y a exiliarse en México, donde la Universidad Nacional Autónoma le acoge en 1941 como profesor de “Física Atómica” e “Historia de la Física” hasta su fallecimiento el 1 agosto de 1945 a causa de un Parkinson que se fue agravando durante el exilio. En esta situación y haciendo un último esfuerzo vital, escribió un texto que, a día de hoy, sigue como manuscrito inédito y oculto a la comunidad científica y educativa: “Historia de la Física”. Este libro fue su última voluntad para dejar un legado a España y a México, al mundo científico en general.
Y ¿dónde está este manuscrito? Pues éste, además de un número incierto de otros manuscritos como el de “Teoría de la Relatividad”, escrito en 1934 para la Universidad Internacional de Santander, cartas y la totalidad del legado documental de Blas Cabrera se encuentra bajo la custodia de D. Francisco González de Posada, como presidente de la asociación “Amigos de la Cultura Científica”, que recibió en préstamo del Físico Nicolás Cabrera Sánchez, hijo de Blas Cabrera, hacia 1986, con la finalidad de promover actos de divulgación de su figura y también con el propósito de celebrar su 50 aniversario, en 1995. Este tuvo lugar con actos en las islas de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife, como el anterior del centenario en 1978.
En Lanzarote se abrió el centro Blas Cabrera en la Casa de los Arroyo en Arrecife, donde se mantuvo abierta y financiada por el Cabildo Insular, una exposición con todo el legado, incluidos los manuscritos, que varios testigos vieron, y que duró hasta 2004 en que el Cabildo rescindió el contrato con la asociación Amigos de la Cultura Científica presidida por González de Posada, por razones que estarán documentadas en la Institución. Han pasado 18 años hasta el presente, no se ha publicado ninguno de los manuscritos referidos y el legado no ha sido devuelto por el Sr. González de Posada a los herederos.
En 2021 el Ilmo. Profesor y Catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad Autónoma de Madrid y Académico Sr. D. José Manuel Sánchez Ron ha publicado un libro magistral y muy detallado, referencia histórica, con título “Blas Cabrera, científico español y universal” [1] en la que afirma que “..Desgraciadamente, quienes guardan este manuscrito no han cumplido tal deseo.” refiriéndose a la publicación del manuscrito “Historia de la Física”. Al conocer de esta publicación, el que suscribe y dos herederas le enviaron tres burofaxes, desde enero a julio de este año, requiriéndole la devolución del legado. Han pasado 8 meses del primero y hasta la fecha ninguno ha recibido respuesta documentada.
La cosa es muy sencilla, Don Francisco: O tiene usted voluntad de devolver el legado, o no la tiene. El silencio no es una opción y solo puede interpretarse como una negativa. ¿Por qué no devuelve usted el legado y oculta los manuscritos? Manuscritos de los que usted mismo ha afirmado su existencia, utilizando sus propios escritos y palabras reiteradas en el catálogo de la exposición de Lanzarote [2] donde afirma que se encuentran “..en vitrinas, ejemplares de las obras originales y en concreto de sus libros editados y de numerosos manuscritos inéditos.”.
Es más en su libro “Blas Cabrera ante Einstein y la relatividad” [3] usted mismo presenta la primera página del manuscrito relativo al curso en la Universidad de verano de Santander, y anuncia una “próxima” edición del texto “comentado”, que no ha tenido lugar después de nada menos que 27 años. Unos manuscritos y carta personales de, entre otros, científicos de la talla del Premio Nobel Erwin Schrödinger, que constituyen un patrimonio cultural, histórico y científico de este país, que no puede permitirse ni un minuto más que sigan ocultos o en el olvido.
Finalmente debo decirle que los herederos deben reclamarle en vía legal la devolución del legado, porque si no lo hacen, el día 2 de agosto de 2025 habrán perdido todo derecho al dominio por el transcurso de 80 años de la muerte del autor, frente a cualquier persona que reclame para sí la propiedad del legado histórico. La familia quiere recuperarlo para ponerlo a disposición de la comunidad científica y educativa y de España, pero es posible que no lo consiga y la familia y yo con ella, tengamos que resignarnos. Pero tenga por seguro que seguiré reprochándole hasta mi último aliento la deslealtad que perpetra cada día que transcurra sin devolverlo, para con Blas Cabrera, Nicolás Cabrera, con la comunidad científica española y con México e Hispanoamérica además. Si por el contrario, decidiera Vd. atender mi reivindicación a partir de esta carta, no dudaré en reconocer públicamente su señorío.
Fdo. Luis Blas Cabrera, nieto.
Bibliografía [1] José Manuel Sánchez Ron, Blas Cabrera, científico español y universal, Madrid: Catarata, 2021.
[2] Francisco González de Posada et al., “Blas Cabrera, vida y obra de un científico”, Madrid: Amigos de la Cultura Científica, 1995; Francisco González de Posada, Blas Cabrera, Físico español, Lanzaroteño ilustre., Las Palmas de Gran Canaria: Amigos de la Cultura Científica, 1994.
[3] Francisco González de Posada, “Blas Cabrera ante Einstein y la relatividad·, Las Palmas de Gran Canaria: Ayto. de Las Palmas de Gran Canaria, 1995