La paulatina decadencia del Hotel Fariones

26 de agosto de 2015 (15:33 CET)

Lanzarote tiene mucha fuerza. Es una isla sugerente y mágica. Hace ya mas de veinte años que, al llegar el verano, vengo a esta tierra apasionante de fuego, arenas y colores únicos. Me siento felizmente cautivo durante algunas semanas al lado de su gente, inmerso en sus noches marinas bajo un cielo azulado y sereno. Es una sensación maravillosa de paz y quietud.

Desde tiempo inmemorial existe en Puerto del Carmen el famoso Hotel Los Fariones. Es un hotel muy especial, con mucha historia plena de lunas y veladas nocturnas secuestradas ya por el tiempo. TUI, el mayor touroperador en Europa, reconoció  en el año 2008 a este veterano hotel, en su cuarenta y dos aniversario, como Campeón Medio Ambiental 2008. Único en Lanzarote en obtener una distinción que comparte con otros 99 establecimientos en todo el mundo.

 Posee una terraza de forma y belleza inigualables. Un auténtico mar de tranquilidad frente al Océano Atlántico. Por la noche las gigantes palmeras parecen prolongarse hacia el cielo y, en pleno estío, te sientes feliz charlando con los amigos que todos los veranos nos reunimos en el marco incomparable de Fariones para disfrutar, reir, hablar, y tantas cosas más.

 La playa es pequeña, y casi privativa del Hotel por su difícil acceso por el mar. Sin embargo, junto con la terraza, es la otra joya natural de Fariones. Un pequeño paraíso para soñar en el agua y caminar por la arena. Y además muchas confidencias y sonrisas de complicidad bajo el sol nacen y mueren aquí de forma un tanto inexplicables.

Prácticamente desde que inició su andadura el Hotel Fariones, hace ya casi cincuenta años, lo ha dirigido Bienvenido Saavedra, hombre sencillo y gran profesional,que ha sabido aunar un equipo humano de trabajo, continuador de la historia del Hotel, y además ser el verdadero artífice de la preservación y sintonía afectiva con una clientela fiel y leal durante años y generaciones. El primer gran error de los dueños de este recordado Hotel ha sido prescindir como Director de Bienvenido Saavedra. Un referente inamovible para el personal y los clientes más tradicionales y reiterantes. Y además, un error de considerables consecuencias negativas para todos, al que luego se han sumado otros muchos.

En cierta medida se asemeja Fariones, o quizás deba decir "se asemejaba", al Hotel Tigaiga del Puerto de la Cruz, situado en el Parque Taoro. Un Hotel, ejemplar y único, rebosante de premios provenientes de todo el mundo. También una joya para el turismo y la isla de Tenerife.

La familia Talg, dueña del Tigaiga,se ha ido sucediendo generacionalmente en la Dirección de este maravilloso Hotel, participando activamente en ese relevo generacional en el que siempre han primado la conservación  de las esencias y servicios mas tradicionales, con los imperantes avances del confort y la modernidad mas exquisita.

Precisamente todo lo contrario que el camino seguido por el Hotel Fariones que, poco a poco, se ha ido desmoronando en todos los aspectos. Hace dos o tres años que he venido observando una paulatina pero significativa y profunda decadencia de este Hotel. Una decadencia que abarca los servicios más elementales de los que ya, en estos momentos, se carece en esta instalación hotelera. Es el caso del inexistente servicio de habitaciones -tanto diurno como nocturno- algo insólito en un Hotel de esta categoría.La mayoría de las instalaciones hoteleras se encuentran obsoletas o sencillamente no funcionan. El servicio, salvo puntuales excepciones, deja mucho que desear. Tampoco hay aire acondicionado en las habitaciones en pleno mes de Agosto. Y, para colmo y asombro de nuevos y viejos clientes, este verano exigen el "pago por adelantado de todos los días que vayas a permanecer en el Hotel Fariones". No sirve exhibir una tarjeta de crédito,hay que pagar. He recorrido muchos Hoteles en todo el mundo y, en ninguno de ellos, he visto esta práctica bochornosa. Además de ser manifiestamente ilegal, supone una falta de consideración y respeto absoluto para clientes, amigos y leales durante tantos años.

Dejo aquí, y no quiero continuar, otras múltiples y  procedentes   observaciones relativas a funciones y prestaciones de este querido y añorado Hotel.

Vuelven este año, como todos los anteriores, rumores acerca de la renovación y acondicionamiento total del Hotel Fariones. Ignoro lo que ocurrirá pero, en estas condiciones actuales, debe cerrarse ya. Hay quienes mantienen que va a transformarse en un Hotel de cinco estrellas, necesitando para ello un a inversión de más de veinte millones de euros. Veremos lo que ocurre, si es que ocurre algo. Mi opinión es que,siguiendo el ejemplo del Tigaiga, con una inversión muy inferior a la que dicen tener programada, podría volver a sus mejores tiempos de esplendor. Solo haría falta una buena Dirección, como la que tenía, y un poco de sentido común

Si no fuese así, solo nos quedará a los viejos huéspedes rescatar del olvido los momentos más intensos, únicos y felices, de un Hotel que siempre permanecerá radiante junto a nuestros mejores recuerdos.

Angel Isidro Guimerá Gil

 

 

            

             

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