La gran mentira

"Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Esta célebre frase, atribuida a Abraham Lincoln, se puede aplicar perfectamente ...

2 de diciembre de 2011 (13:28 CET)

"Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Esta célebre frase, atribuida a Abraham Lincoln, se puede aplicar perfectamente ...

"Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Esta célebre frase, atribuida a Abraham Lincoln, se puede aplicar perfectamente a la gran mentira de las licencias ilegales concedidas en Lanzarote. Y es que después de mucho, demasiado tiempo de falsos discursos, la bola se ha hecho tan grande que ya es imposible pararla.

La ejecución de las sentencias ha puesto de relieve lo que en realidad era evidente, pese a que algunos se han esforzado demasiado en ocultarlo. Y aunque ahora se obstinen en enredar los discursos, los hechos son mucho más sencillos. De hecho, hasta los dictámenes que está encargando el actual grupo de gobierno del Cabildo, pese a que su objetivo sea otro, terminan desenmascarando esa mentira.

El último informe, elaborado por el director insular de Ordenación Territorial del Cabildo, dibuja el auténtico caos creado por el Ayuntamiento de Yaiza. De hecho, para justificar que el Cabildo no puede emitir los informes de compatibilidad con el PIOT que le han reclamado los tribunales, el dictamen alega que hay planes parciales que no están adaptados al planeamiento insular, que ni siquiera se publicó su normativa (o se publicó con defectos) y, sobre todo, que no tienen planos fiables de lo que se ha hecho. Vamos, más o menos, que aquello era la casa de Tócame Roque, donde algunos hicieron lo que les vino en gana durante años (es lo que tiene la emisión de informes "meramente ilustrativos" y "sin conocimientos jurídicos", como alegaron dos técnicos de Yaiza durante el juicio por el que acaban de ser condenados por prevaricación).

Ahora, basándose en ese caos, el Cabildo sostiene que son incapaces de decir si lo que se ha construido, y que ya ha sido declarado ilegal por los tribunales, cumple o no con el Plan Insular e incluso con el Plan General de Yaiza.

Algo que, sin embargo, suena bastante poco creíble. Sobre todo considerando que Pedro San Ginés lleva dos años en la Presidencia del Cabildo y, durante este tiempo, ha estado más ocupado en apartar a técnicos de la emisión de informes; en buscar dictámenes para cuestionar la línea defendida hasta ahora por el Cabildo y en mantener reuniones a varias bandas sobre este tema, de las que no daban cuenta; que en determinar cuáles son los incumplimientos de cada uno de los hoteles. Un trabajo que ya se hizo desde la institución en su momento, y que ahora el grupo de gobierno parece obviar.

En cualquier caso, sus propios pasos tiran por tierra el discurso que han mantenido durante años. San Ginés puede enviar todos los informes, notas de prensa, aclaraciones y rectificaciones que quiera. Incluso puede salir a desmentir, como ha hecho esta semana, hasta al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Pero los hechos son los que son.

Para poder ejecutar las sentencias, y determinar si se pueden legalizar los hoteles, el tribunal necesita, entre otras cosas, el famoso informe de compatibilidad con el PIOT. Es decir, que el Cabildo le diga si cumplen o no con el planeamiento insular en vigor. Y para responder esa "simple" pregunta, la Corporación lleva meses dando vueltas con informes y contrainformes. ¿No les faltaba sólo un "papelito" a los hoteles? ¿No había sólo fallos formales en la concesión de las licencias? Evidentemente, va a ser que no.

Cuando se inició la fase de ejecución de las sentencias, algunos de los empresarios más afectados hicieron todo lo posible para recusar a dos técnicos del Cabildo. De hecho, uno incluso consiguió que Pedro San Ginés apartara a Leopoldo Díaz y Esteban Armas de la emisión de uno de esos informes de compatibilidad. Pero no sirvió de nada. La realidad, seguía siendo la que era.

El siguiente paso fue solicitar un informe al secretario del Cabildo, Francisco Perdomo, que aseguró que el procedimiento que se había seguido hasta el momento (durante todos los años en los que él ha estado en la Corporación) no era válido y que el "órgano competente" para validar los informes de compatibilidad debe ser el Consejo de Gobierno del Cabildo. Es decir, los políticos.

El último paso, ha sido emitir este nuevo dictamen, firmado por uno de los directores colocados por Pedro San Ginés en el Cabildo, en el que se sostiene que no se pueden hacer esos informes. Bueno, tal como aclaró después San Ginés, hacerse se harán, pero "distinto es cuál será el alcance de los mismos". Y a la vista del dictamen, que sostiene que "no hay criterio de legalidad aplicable que permita emitir los correspondientes informes de compatibilidad", y que éstos "podrían incurrir en arbitrariedad", es evidente cuál va a ser el "alcance" que pretenden darles.

Otra frase célebre, en este caso de Stendhal: "El hombre poco claro no puede hacerse ilusiones: o se engaña a sí mismo, o trata de engañar a otros".

En cualquier caso, ese último informe emitido por el Cabildo deja otra realidad meridiana sobre la mesa. Al citar una sentencia del Tribunal Supremo, recuerda que las licencias no son una gracia que concede un Ayuntamiento, sino una mera acreditación de un "derecho preexistente". Es decir, poner por escrito que, efectivamente, el dueño de un solar tiene derecho a construir ahí, y cuánto. Sin embargo, la realidad es que hubo muchos empresarios que recibieron lo que no les correspondía.

Ahora, si el Cabildo va a seguir chapoteando para no reconocer eso, mientras tramita un nuevo Plan Insular y un nuevo Plan General de Yaiza, o unas normas transitorias que cambien las reglas del juego, se volverá a cometer una injusticia con la sociedad. Y es que si se van a tener que legalizar los hoteles (es lo que tienen los escándalos a lo grande, que encima obligan a la sociedad a buscarle soluciones), al menos tendría que ser reconociendo la injusticia y compensando a la isla por ello. Pero no insultando a la inteligencia de todos los lanzaroteños.

El 4 de octubre de 2009, tras ser detenido dentro de la causa penal que investiga la existencia de una presunta trama para la concesión de licencias ilegales en Playa Blanca, el ex alcalde de Yaiza dejó otra gran frase: "Nadie da nada a cambio de nada". Y a ésa, se podría agregar otra cita célebre de la historia: "La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía".

LO MAS LEÍDO