La cantina del Cabildo

Por Domingo García En Lanzarote, el que se aburre es porque quiere. Es que no nos falta de nada, los políticos, uno de los principales problemas de esta sociedad, según las ultimas encuestas, no nos dan tregua, vemos, cómo en el Cabildo, se ...

3 de febrero de 2010 (04:42 CET)
Por Domingo García
En Lanzarote, el que se aburre es porque quiere. Es que no nos falta de nada, los políticos, uno de los principales problemas de esta sociedad, según las ultimas encuestas, no nos dan tregua, vemos, cómo en el Cabildo, se ...

En Lanzarote, el que se aburre es porque quiere. Es que no nos falta de nada, los políticos, uno de los principales problemas de esta sociedad, según las ultimas encuestas, no nos dan tregua, vemos, cómo en el Cabildo, se discute hasta en lo que se está de acuerdo: ¡dar una subvención a Haití!. Y todo ello, adornado con auténticos debates de cantina, según ellos, cuando se trata al presidente de cantinero, (él tuvo la culpa, por adjudicarse tal nombre), suponemos, por deducción, que se está en una cantina, y que el resto de consejeros y consejeras, por lo mismo, serán unos borrachines, más que nada, por estar todo el día en la cantina, perdonen, en el Cabildo.

La clase política, o mejor, los políticos en instituciones publicas, que han estado gobernando, unas veces y otras en la oposición, le han cogido el gusto a pasarse todo el día discutiendo entre ellos, en discusiones, que bien poco le interesan a la gente, o por lo menos a mí, que también pago impuestos, para que todos ellos trabajen, como Dios manda y se dejen de tanta chorrada y perder el tiempo, en que si tú eres más golfo que yo, o cuando menos, más vividor que el de al lado.

Si realmente, alguno conoce alguna ilegalidad del contrario, que lo ponga en el juzgado y se dejen cada mañana de acusar, en los medios de comunicación, de que si te voy a meter en los juzgados, que si te voy a empapelar y después la verdad es que se queda todo en palabrerías y boberías mañaneras. Ni denuncias, ni leche machanga, eso sí, parecen que se llevan como el perro y el gato, y en cambio, vemos cada día, que nunca pasa nada, da la impresión, que nadie quiere realmente denunciar al otro, pareciera que todos tienen algo que esconder, o que todos fueran realmente honrados y los mal pensados, fuéramos nosotros.

Es que se me hace difícil recordar, a alguno de ellos, que en vez de estar siempre con la misma cantinela, se haya puesto a trabajar, con mejor o peor acierto, que eso ya es otro cantar, pero por lo menos, que se le vea con actitud, entusiasmo, decisión, en fin, ¡coño, con ganas de trabajar! Que no sólo es ponerse el sueldo, si no además, ganárselo, que a mí no me preocupa que cobren bien, sin pasarse, lo que yo exijo, es que se lo merezcan.

Porque vamos a ver, ¿qué es lo primero que hace un alcalde en Arrecife, nada mas tomar posesión del cargo?. Pues sí, ¡exacto!, visitar los barrios y echar un viaje de picón en los solares, ¿y después? Pues decir que va a solucionar el tema de La Rocar, tirar las naves y construir en la parcela, lo mejor del mundo, mundial.

¿Y el presidente o presidenta del Cabildo? Lo mismo, siempre lo mismo: vamos a arreglar el vertedero de Zonzamas, abrir la quesería y solucionar lo de los corrales de Soo.

No entiendo qué manía tienen al llegar al cargo, todos se repiten con el mismo cuento, da lo mismo que sean de izquierdas, derechas, nacionalista o de la madre que los? crió. Siempre lo mismo.

A veces, creo que nos toman el pelo, a mí cada vez menos, no por que sea más listo que los demás, si no, que me va quedando menos pelo. Creo que piensan, que con un golpecito en nuestras espaldas y decirnos las mismas chorradas, una tras otra, ya nos quedamos contentos y les vamos a reír sus gracias , pero la verdad, es que el vecino está tan harto de estos que se creen que los únicos listos son ellos y los demás somos tontos, que lo que realmente hacemos, es reírnos por no llorar y a mal tiempo buena cara.

Si cuanto menos, la mayoría de los políticos que se encuentran sentados en el pleno del ayuntamiento o cabildo, conocen tanto o mejor que el vecino los problemas que tiene el municipio o la isla, a qué vienen cada vez que trincan el sillón, a darse una vuelta por los barrios, eso sí acompañados por la inseparable cámara de televisión y preguntando a los vecinos, cuáles son los problemas del barrio. ¡Pero coño! si llevas 20 años viviendo del presupuesto. ¿Cómo es que todavía no sabes cuáles son los problemas de los barrios? Solo por hacer ese tipo de preguntas, ya debería pedírsele la dimisión.

En política, hay dos tiempos: uno para los sueños, cuando se hacen los programas electorales y otro para trabajar, cuando se es elegido cargo público, aunque tal como se comportan, parece que han confundido los tiempos. Sólo trabajan cuando hay campaña electoral y sueñan cuando llegan al cargo, aunque en este caso, el sueño no es ilusión, es simplemente, porque se pasan todo el tiempo durmiendo.

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