LA AGRESIÓN MAS PREOCUPANTE

"¡Chist ... silencio!¡La noche cuelga del cielo!"Federico García Lorca. El ruido se ha convertido en uno de los grandes impedimentos para conseguir una adecuada calidad de vida en las grandes ciudades. El ...

27 de septiembre de 2006 (04:15 CET)

"¡Chist ... silencio!

¡La noche cuelga del cielo!"

Federico García Lorca.

El ruido se ha convertido en uno de los grandes impedimentos para conseguir una adecuada calidad de vida en las grandes ciudades. El problema es difícil de solucionar ya que el 90 por ciento del ruido procede del tráfico rodado. La situación es cada vez más preocupante y, en muchos casos, los niveles a los que estamos sometidos rozan los límites que la Higiene y la Medicina consideran peligrosos para la salud.

En España la contaminación acústica es la que más preocupa a particulares e instituciones. La preocupación por el ruido supera a la de la contaminación atmosférica. La situación a la que se ha llegado no tiene nada de extraño si consideramos que nuestro país es el más ruidoso de Europa y el segundo del mundo, tras Japón, según datos de la Organización Mundial dela Salud (OMS).

La cultura mediterránea no es precisamente una cultura del silencio. El ruido se ha hecho omnipotente y no existe una concienciación sobre los graves perjuicios que puede ocasionar. En la actualidad los ruidos que se producen por la actividad cotidiana de una ciudad se ha convertido en una verdadera agresión acústica para los ciudadanos.

El 90 por ciento del ruido que soportan los habitantes de las ciudades de cualquier país con un grado de motorización medio o alto lo causa el tráfico rodado. A medida que crece el parque automovilístico y aumenta la red viaria, las fuentes de ruido se extienden aumentando los niveles de contaminación acústica. Sin embargo, este ruido es más tolerado por las personas que el proveniente de fuentes claramente localizadas o personalizadas contra las que se experimenta un claro rechazo. Es el caso de los bares, discotecas y recintos destinados al ocio que acaparan el mayor número de denuncias y quejas. La mayor parte de las reclamaciones que se hacen están relacionados con fuentes de carácter comunitario e industrial. Es frecuente oír la queja de que las viviendas tienen las paredes de papel, pero se siguen comprando o alquilando pisos sin exigir la más mínima garantía de aislamiento acústico.

En cuanto a las industrias se han convertido en una de las principales fuentes de ruido porque no cumplen los requisitos de aislamiento necesarios.

El ruido se ha convertido en un problema de difícil solución debido a la variedad de fuentes que lo producen y a la inexistencia de una concienciación de los propios ciudadanos para reducir los niveles de ruido que ellos mismos producen.

Independientemente de las alteraciones que sufre el sistema auditivo, la contaminación acústica puede originar graves prejuicios en la salud física y psíquica, que afecta a las relaciones sociales y laborales.

Se hace menester una mayor concienciación de los ciudadanos para que los habitantes de las grandes ciudades no se queden sordos paulatinamente, pero la lucha contra la contaminación acústica debe estar apoyada por una legislación clara y concisa que permita a las autoridades competentes poder regular las principales fuentes de ruido.

En la lucha contra el ruido no puede haber compás de espera, no es posible darse a la fuga, pero si cabe poner el grito en el cielo para decir, con el poeta: "El silencio de cada día / dánosle hoy, Señor. / Y perdónanos si en la tierra / no te oímos mejor".

Francisco Arias Solis

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