El deporte no es el problema, es parte de la solución. En tiempos de pandemia, quienes hacemos deporte de forma regular o esporádica, hemos sufrido las restricciones dirigidas a contrarrestar el covid-19, como toda la población, cualquiera que sea la edad.
La cultura, con razón, da un paso al frente reivindicando la reanudación de su actividad, al menos en los territorios menos afectados por el nuevo coronavirus. Es un grito al que también se suma el deporte, pero no por capricho, sino por salud, siendo conscientes que mantenerse bien depende además de una buena alimentación y de todo un conjunto de hábitos saludables.
El deporte es movimiento y contacto, en algunas disciplinas más que en otras, pero no debemos olvidar el componente social que lleva consigo permitiendo la integración de personas y fomentando la disciplina y el respeto entre practicantes y entrenadores, valores que he percibido en primera persona como deportista de lucha canaria y cultivado luego como mandador del primer equipo del Unión Sur Yaiza.
Con el confinamiento casi todos subimos algo de peso y nos comimos la cabeza inmersos en una situación totalmente desconocida para todos, para los ciudadanos de a pie, para los gobiernos y hasta para el mundo científico que aún no descubre la vacuna.
Como pudimos, sobrellevamos la situación y todavía puede que nos acobarde la incertidumbre, y es que la salud, la economía y el bienestar están en juego, pero como el buen deportista, debemos ser fuertes y valientes en las derrotas y no relajarnos tras las victorias.
Con los protocolos de higiene y seguridad individual y colectiva para entrenar y competir, unido a las condiciones que deben cumplir las instalaciones deportivas cerradas y al aire libre, pedimos, en nombre del deporte, la puesta en marcha de la actividad, siempre velando por el respeto a las limitaciones ordenadas por las autoridades sanitarias.
Los niños y los mayores quizás han sido los grupos más afectados por el encierro, así que quiero lanzar un mensaje a favor de ellos. Las escuelas deportivas son casi imprescindibles para el desarrollo de los menores. Eso lo tenemos muy claro en el municipio de Yaiza, y de allí nuestra apuesta por ellas. Y el deporte y ejercicios de mantenimiento para los mayores es un factor determinante para conservarse saludables en cuerpo y mente.
Hasta antes de la pandemia, casi un millar de niños y jóvenes practicaban y competían en distintas disciplinas. Ahora, superados los momentos más duros, queremos conjugar los verbos en presente con la ilusión y la confianza de también hacerlo en futuro. Todos, absolutamente todos los deportes, igualmente las disciplinas de contacto, como el kárate, el jiu jitsu o nuestra querida lucha canaria, deberían ser preocupación de las autoridades deportivas para coordinar con las sanitarias y la federaciones protocolos que permitan su reanudación.
Desde Yaiza, estamos y estoy dispuesto, como deportista y concejal responsable del Área de Deportes, a colaborar con las escuelas, con los clubes y las familias para que nuestro regreso a las canchas sea lo más seguro y alegre posible. El deporte es salud, y si repetimos una y otra vez que trabajamos por la salud de la sociedad, no podemos excluir una actividad esencial, nada más por eso, si es que parece poco, el grito del deporte.