"Entre tú y yo"

Joel Delgado
26 de abril de 2019 (12:10 CET)

Debo reconocer que cuando no se tienen muchos recursos uno debe ser original en sus campañas pero jamás imagine que "Dos islas, un camino" iba a ser tan emocionante, tan enriquecedora y tan intensa para mí como finalmente ha sido. Y es que sea cuál sea el resultado de las elecciones del próximo domingo lo vivido estos siete días estará conmigo siempre.

No puedo cuantificar lo que esta sencilla campaña me ha regalado desde el minuto uno, lo que la gente de Lanzarote y La Graciosa me ha entregado con total generosidad, con la parsimonia y el cariño del que no pide nada a cambio y sin que, en algunos casos, ni siquiera  fueran conscientes de ello.

Mentiría si dijera que no me he divertido llegando a cada rincón de las dos islas. ¡Cómo no hacerlo cuando a pesar del cansancio, de las horas de sol, de las horas de viento, incluso lluvia, me he vuelto a sentir un niño con el alma desnuda!.

En este viaje a pie me he reencontrado con nuestras raíces, con el gran pueblo que fuimos y que somos. Personas de una generosidad inmensa, con ojos llenos de vivencias y manos agrietadas. También miradas y palabras de quien despierta a la vida con toda la energía y dispuestas a comerse el mundo. Miradas con pasado, presente y ansiosas de futuro.

Ellos son realmente la razón de ser de este viaje a las entrañas de Lanzarote y el centro del trabajo que he hecho y que quiero seguir desarrollando en el Senado si revalidan su confianza en mí.

En esta semana he podido comprobado una vez más el gran pueblo fuimos, gente de palabra, que miraba al futuro con optimismo, con ilusión y con esperanza, a pesar de que eran tiempos de no pocas penurias.

Ha habido espacio para improvisadas y entrañables charlas con esa generación de hombres y mujeres que me han contado sus esfuerzos en el campo, en la mar o cómo consiguieron sacar adelante  a sus familias. También con jóvenes que no conocieron la dureza de ese Lanzarote pero que aman y viven la isla con la misma intensidad y reclaman una tierra que les ofrezca las oportunidades que ansían. Grandes y pequeñas historias que me hacen que me sienta en deuda con todos ellos..., y esta campaña ha ido de eso.

Creía conocer la isla pero me atrevería a decir que he aprendido más de Lanzarote y de La Graciosa en estos 278 km de pateo que en los 32 años de vida.  Por eso, independientemente del resultado electoral, siento que ya he ganado. He ganado al conocer rincones desconocidos para mí hasta ahora, ganador al ser partícipe de la capacidad de resiliencia de la gente de estas islas, ganador por no tirar la toalla y culminar esta campaña cargado de experiencias y  renovadas esperanzas.  

Pero no quiero que todo ello se quede solo en mi retina y en mi memoria. Quiero seguir compartiendo Lanzarote y La Graciosa en la tribuna de oradores del Senado para que nos sigan conociendo, para que entiendan lo que hemos sido capaces de hacer, lo que estamos haciendo y todo lo que nos queda por conseguir.

Lo he dicho muchas veces, no soy el candidato más listo ni tampoco el más experimentado,  pero creo que sí he dado sobradas muestras de que soy batallador y que soy de los que pelean hasta el final. En eso les aseguro que seré el mejor, gobierne quien gobierne.

En estos dos últimos años he aprendido que en el Senado el que quiere puede y en este tiempo han sido muchas cosas las que hemos conseguido, pero más importante aún es lo que nos queda por conseguir. Quiero cumplir con mi promesa a los agricultores, especialmente a los valientes de La Geria, a los marineros, a los salineros artesanales... se lo debemos, se los debo. 

También debo cumplir con la mejora de las infraestructuras dependientes de Madrid como son el Puerto y el Aeropuerto. Mucho se ha avanzado, pero nos queda mucho camino aún por recorrer; por ejemplo, le debemos a César mucho más que el nombre del aeropuerto, le debemos el recuperar su diseño original para la terminal. Se lo debo. 

Porque se lo debo a la gente de Lanzarote y de La Graciosa quiero saldar mi deuda y que sigan contando con un senador que se preocupa y se ocupa, que está siempre al teléfono, que siempre está ahí. En definitiva, que está a tu servicio. Déjame que salde mi deuda y le devuelva a nuestras dos islas todo lo que me han dado.

Por Joel Delgado, candidato al Senado por el Partido Popular

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