Gregorio Fuentes, hijo de Arrecife de Lanzarote, Islas Canarias, donde nació el 11 de julio de 1897, y de Cojimar en La Habana, donde pasó la mayor parte de su vida.
Hemingway lo conoció en medio del peligro de un huracán tropical cerca de las costas de Estados Unidos en 1928. Diez años después lo volvió a buscar para que se hiciera cargo de su barco Pilar, que mandó construir en 1934 y que bautizó con ese nombre enhonor a la patrona de España. A partir de ese momento compartieron aventuras en el mar, y el amor por la pesca. Su vasta experiencia en artes de pesca y navegación fueron el vícnulo inicial entre Hemingway y él.
Basándose en su historia, Hemingway escribió "El viejo y el mar", que lo llevó a ganar el Premio Nobel de Literatura en 1954. En la magistral novela escrita en 1952, el escritor norteamericano modeló en Fuentes su personaje central y la lucha tenaz del protagonista para llevar a tierra el pez que ansió capturar toda su vida.
Hemingway, que partió de Cuba, después del triunfo de la revolución en 1959, se suicidó en 1961 cuando estaba por cumplir 62 años, tenía varias enfermedades.
Después de su muerte, tal como testamentó, el Pilar pasó a ser propiedad de Fuentes, porque Gregorine como le decía Hemingway fue más que un patrón de yate para el escritor, fue también su amigo y confidente. El Pilar quedó entonces en la Finca Vigía, la casa cubana de Hemingway, que en la actualidad es su museo.
En noviembre de 2001, en su última actividad pública, Gregorio recibió demanos de Hillary, sobrina de Hemingway el certificado de "Capitán Honorífico" de la Asociación Internacional de Pesca Deportiva (IGFA) en la marina de La Habana que lleva el nombre del novelista estadounidense. Así se unió al grupo exclusivo de 197 capitanes galardonados por la entidad.
En enero de 2002 falleció en su casa de Cojimar. Según sus más cercanos familiares, Gregorio conservó su lucidez a pesar de sus 104 años y nunca perdió la costumbre de fumar 6 puros al día.
"Mi abuelo era una persona de mucho carácter, querido por todo el mundo, no sólo por los extranjeros, sino también por el pueblo en general; siempre le encantaba contar historias, sobre todo de Hemingway, de esos bonitos momentos que vivió con él y que en su mente estaban siempre presente" recordó su nieta, América Aguas Fuentes, luego de su muerte. "Es un símbolo de la pesca cubana y de la fraternidad humana por todos sus años de amitad con Hemingway", dijo uno de sus amigos, José Miguel Díaz Escrich, comodoro del Club Náutico Internacional Hemingway en La Habana.
Ahora que el pescador de Cojimar se alejó físicamente, planean mantener el recurdo de su aspecto en su estatua. El propietario del Pilar murió, el hombre demar sigue vivo en sus historias, en el hermoso Caimán del Caribe.
José Antonio de León Luzardo