Desde que inicie mi carrera como profesional en el ámbito de la sanidad he intentado luchar por conseguir mejoras para nuestra tierra, Lanzarote, La Graciosa y Canarias. Hace algunos años era impensable que nuestra isla contara con dos ambulancias medicalizadas y hoy, gracias a la presión social y mediática, es una realidad de la que miles de residentes y visitantes disponemos ante una emergencia vital. No hay que rendirse, tenemos que seguir en la brega.
Siento envidia sana por nuestros vecinos de Fuerteventura. Hace unos días se anunciaba la unanimidad del pleno del Parlamento de Canarias para dotar a esta isla de un helicóptero medicalizado, reduciendo así los tiempos de respuesta en evacuaciones urgentes. Los lanzaroteños y lanzaroteñas tenemos ya costumbre de mirar con resuello a los majoreros y majoreras, porque son un ejemplo de unión en la lucha por unos servicios públicos de calidad.
Tanto como enfermero de urgencias, sindicalista, y candidato al Senado por Nueva Canarias el pasado mes de abril de 2019, he reivindicado por activa y por pasiva la prioridad e importancia de que nuestro Hospital Dr. José Molina Orosa cuente con un helipuerto base para un helicóptero medicalizado, con el equipo sanitario correspondiente, médico y enfermero. Con esta medida aumentaríamos exponencialmente las probabilidades de supervivencia en traslados de pacientes críticos pediátricos al Materno Infantil, o Dr. Negrín en caso de adultos, ambos hospitales de referencia de mayor nivel ubicados en Gran Canaria. Con ello, acortaríamos los tiempos en más de la mitad para recibir asistencia especializada por servicios que no disponemos a día de hoy en Lanzarote.
En algunas ocasiones, mientras trabajo y compruebo que pacientes con patologías graves que esperan ser trasladados no llegan ni a despegar de nuestra isla, o fallecen en el trayecto a Las Palmas de Gran Canaria, pienso ¿si se hubieran evacuado al instante teniendo helicóptero en nuestro hospital habrían sobrevivido? Respuesta difícil de contestar actualmente. No obstante, sí tengo claro como profesional sanitario que, en una situación crítica, el tiempo es vida.
Apelo a los parlamentarios autonómicos y responsables políticos en general de nuestra isla que miren a nuestros vecinos de la isla majorera y tomen ejemplo. Que dejen a un lado el color político para la época electoralista, y trabajen uniendo fuerzas para conseguir mejores dotaciones en servicios públicos que aumenten la calidad de vida de los residentes de Lanzarote.
Ojalá dentro de poco podamos celebrar que un paciente crítico politraumatizado que ha sido atropellado a las 12:15 pm en la Vía Medular, y es estabilizado y transportado al helipuerto donde se encuentra el helicóptero medicalizado, el cuál despega a las 13:00 pm para llegar a la Unidad de Neurocirugía del Dr. Negrín a las 14:00 pm, en menos de 2 horas es intervenido por el mencionado servicio especial y sobreviva.
¡El tiempo es vida!
Por Yoné Caraballo.