Disimulen, por favor

Parecía una postal idílica, pero casi dos años después, se ha convertido en una vergonzosa estampa que refleja la desidia de la clase política de esta isla. Las fotografías que esta semana publica La Voz de Lanzarote del Islote de ...

4 de junio de 2010 (14:58 CET)

Parecía una postal idílica, pero casi dos años después, se ha convertido en una vergonzosa estampa que refleja la desidia de la clase política de esta isla. Las fotografías que esta semana publica La Voz de Lanzarote del Islote de ...

Parecía una postal idílica, pero casi dos años después, se ha convertido en una vergonzosa estampa que refleja la desidia de la clase política de esta isla. Las fotografías que esta semana publica La Voz de Lanzarote del Islote de la Fermina están muy lejos de las que pudieron captarse en ese mismo espacio en agosto de 2008, cuando culminaron las obras de recuperación y los políticos del momento se hicieron la foto de rigor.

Hoy, donde había una espectacular piscina de agua cristalina y azulada hay sólo un profundo agujero lleno de sal y suciedad, por el efecto del mar. Donde había un espacio limpio hay basura. Donde había un edificio que aspiraba a albergar un restaurante o un centro de interpretación, hay cristales y ventanas rotas. En definitiva, donde había una obra que hacía soñar a Arrecife con un espacio muy alejado de su abandono habitual, hay otra muestra más, quizá la más cruda, de la total y absoluta desidia de las instituciones. Otra lacra que se suma a la larga lista de actuaciones incomprensibles.

Para realizar la obra, el Gobierno de Canarias invirtió casi 2,5 millones de euros. Sin embargo, casi dos años después, los arrecifeños, los lanzaroteños, no han podido disfrutar ni un solo céntimo de esa inversión, que se va deteriorando sin que el Ayuntamiento haya sido capaz de abrirla al público.

Primero fue el anterior grupo de gobierno, con el que ni siquiera se culminó la cesión de ese suelo por parte de la Autoridad Portuaria. Ahora, medio año después de que entrara el actual equipo, con Cándido Reguera al frente y con Pedro de Armas como concejal de Urbanismo, poco más se ha avanzado, y todo lo que explican es que habrá que seguir esperando por temas "burocráticos". Y es que en estos meses, ni siquiera se ha convocado aún el concurso que habían anunciado para adjudicar a una empresa privada la gestión de este espacio.

Sin embargo, ni una explicación clara. Ni un argumento razonable de cómo pueden estar dejando que se pudra una inversión millonaria. Y en lugar de aprovechar lo que ya está hecho, y el dinero que ya se ha gastado, se afanan en proyectar controvertidos "iconos" para otras zonas, o en enviar una delegación municipal a Grecia para participar en una "cumbre carnavalera". En un viaje que el propio alcalde de Arrecife reconoce ahora que ha sido un "tremendo error", que al parecer no detectaron a tiempo los 27 asesores con los que cuenta, y a los que paga, el Ayuntamiento capitalino. Es decir, todos los arrecifeños que abonan sus impuestos.

Sin duda, un hecho que levanta ampollas en una sociedad marcada por la crisis económica y por las altas cifras de paro. Pero si duro es de asimilar el despilfarro de las administraciones públicas, o incluso la delincuencia organizada que ha campado a sus anchas durante años en las instituciones, todo se vuelve más indignante al ver que, además, no son capaces ni de poner en marcha una instalación que ya está terminada.

Ni siquiera hablamos de obras anunciadas para la isla que siguen esperando, y que probablemente no verán ni nuestros nietos. Es algo mucho más sencillo: que abran las que ya están hechas.

Y la situación del Islote de la Fermina es sólo uno de los ejemplos, pero inexplicablemente hay muchos más. ¿Qué pasa con el Teatro insular, que fue inaugurado hasta en dos ocasiones, y desde hace un año está cerrado, después de que la Operación "Unión" pusiera de relieve que no cumple con las medidas de seguridad exigidas? ¿Qué pasa con la bendita quesería, que ha sido un saco sin fondo de gastos en la última década, y a día de hoy sigue cerrada, pese a los últimos anuncios? ¿Qué pasa con la fábrica de hielo, que no es más que una espantosa estructura que sólo ha conseguido afear el litoral de Arrecife, pero que hasta el momento no ha producido ni un triste cubito?

Cíclicamente, estos temas regresan. Y los políticos de turno intentan dar explicaciones y plantean nuevos temas a resolver antes de la apertura.

Pero conforme pasa el tiempo, lo único que consiguen es demostrar que o son absolutamente incapaces, o están ocultando información.

Obras que se entregan con deficiencias que impiden su apertura, maquinaria comprada hace años para la quesería, y también para otras instalaciones, bajo sospecha de ser en realidad de segunda mano y casi inservible, construcciones que se realizan sin saber siquiera si van a ser viables o si va a haber alguien interesado en su explotación? En definitiva, un cúmulo de despropósitos que ha conseguido que el poco dinero que se ha invertido en la isla en los últimos años, no haya servido para nada, mientras las necesidades siguen esperando.

Evidentemente, los políticos parece que están y han estado durante años a otras cosas, cada uno sabrá a cuáles, pero al menos, de vez en cuando, podrían hacer algo sólo por el bien común. Aunque sea para disimular.

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